Los perros son muy sensibles a ruidos fuertes. Foto: Pexels.
Las fiestas de fin de año son una época de alegría para las familias, pero para las mascotas puede ser estresante. El ruido de la pirotecnia puede causar ansiedad en los animales de compañía con graves consecuencias para su salud y bienestar.
Uno de los problemas que suelen presentar los perros y gatos en esta época son trastornos cardíacos y del sistema nervioso. Según el médico veterinario Jaime Serrano, los animales son más sensibles a los ruidos fuertes como explosiones.
“Un estruendo de este tipo puede provocar taquicardia y, en casos muy graves, paros cardíacos”, asegura. Los animales que tienen antecedentes de epilepsia también son más propensos a sufrir ataques durante las fiestas.
Otro de los problemas que se reportan en estas fechas es el incremento en el número de mascotas perdidas. “Es increíble las docenas de reportes de perros extraviados en los últimos tres días”, dijo la Fundación Rescate Animal en su blog. Precisaron que 9 de cada 10 mascotas que se reportan no contaban con un collar y placa de identificación.
Cuando hay ruidos fuertes los animales se asustan y huyen. En el camino se encuentran con más estruendos lo que los aleja más de su hogar. Así quedan expuestos a varios accidentes y con bajas probabilidades de volver a su casa.
Las recomendaciones para evitar malos ratos incluyen evitar el uso de pirotecnia o dejar a los animales a buen recaudo. Deben permanecer dentro de casa y no tener vías de escape. Para una mayor seguridad las organizaciones de protección animal recomiendan siempre tener a las mascotas con collar y placa de identificación.
Algunos médicos veterinarios podrán suministrar fármacos especiales para los animales muy ansiosos. Estos medicamentos únicamente pueden administrarse bajo vigilancia médica para evitar sobredosis. Al momento de quemar el año viejo, mantenga a los animales alejados del humo para evitar asfixia, recomienda Serrano.
El método T-touch también es una opción para ayudar a calmar a las mascotas. La técnica consiste en masajear ciertas zonas del cuerpo (detrás de las orejas, la espalda, hombros) para estimular la circulación de la sangre y disminuir la ansiedad. También se puede colocar una venda alrededor de cuerpo del animal que cumplirá con la misma función.