En los últimos dos meses, Quito ha sido testigo de dos casos de abuso sexual contra perros. La crueldad animal conmociona a la comunidad.
Para mostrar su indignación y repudio, decenas de personas participaron en un plantón.
La cita fue el pasado 7 de abril, en los exteriores del Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador.
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Teddy es uno de los perritos abusados sexualmente en Quito
El primer caso es el de Teddy. Este perrito que fue encontrado, el pasado 17 de febrero de 2025, colgado de unos alambres de púas en la quebrada Arrayán, en el sector de Chillogallo.
Teddy sufrió un abuso sexual y fue sometido a una cirugía de corrección. Después de una complicada recuperación, necesitó una segunda cirugía debido a que los puntos de sutura se abrieron.
Este caso fue ampliamente difundido en redes sociales, generando indignación y solidaridad hacia el peludito.
El can fue socorrido por voluntarios de la Fundación Lucky, que ahora organizan una rifa para solventar los gastos médicos que generaron las cirugías de Teddy.
Su propósito es vender 3 000 boletos; cada uno cuesta 2 dólares. Los interesados pueden comprarlos escribiendo a los telefónos: 0987689723 y 0978738122. El sorteo está previsto para el 27 de abril.
Negrita fue encontrado sin fuerzas en la Universidad Central
El pasado 1 de abril de 2025 se descubrió otro caso de abuso sexual. La víctima fue una perrita mestiza conocida como Negrita. Ella fue encontrada en los alrededores de la Facultad de Economía de la Universidad Central del Ecuador.
Este caso de crueldad animal movilizó a estudiantes y activistas. Ellos se reunieron el 7 de abril para exigir justicia y visibilizar la lucha por los derechos de los animales.
Para que el caso no quede en la impunidad, un nuevo plantón, en los exteriores del Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador, está previsto para este 10 de abril, desde las 13:30.
El abuso sexual contra animales se sanciona en Quito
En Quito, el abuso sexual a animales está tipificado como una Infracción Muy Grave en la Ordenanza Metropolitana.
Según esta normativa, la persona que provoque intencionalmente daño o sufrimiento a los animales puede ser sancionada con 10 remuneraciones básicas unificadas, lo que equivale a aproximadamente 4 700 dólares para el año 2025.
La Agencia Metropolitana de Control (AMC) es la encargada de aplicar estas sanciones después de una investigación realizada por la Unidad de Bienestar Animal.
Además de estas multas, el Código Orgánico Integral Penal establece penas privativas de libertad para quienes cometan actos de crueldad o abuso sexual contra animales.
En el caso del abuso sexual, la pena puede variar entre seis meses y un año de cárcel, y si el animal muere como consecuencia del abuso, la pena puede aumentar a entre uno y tres años de cárcel.
