Uno de los enfoques de las reformas es controlar la sobrepoblación de animales en el Distrito Metropolitano. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
La Ordenanza 048 marcó un antes y un después en la política pública de Quito en cuanto a la tenencia responsable, manejo y control de fauna urbana, aunque no fue la primera. En 2004 se aprobó la Ordenanza 128 que marcaba las pautas sobre cómo se debía mantener a los animales: vacunados, identificados y con collar y traílla.
Karina Pizco, hoy coordinadora del Proyecto Urbanimal del Municipio de Quito, cuenta que el concepto de bienestar animal no estaba en el imaginario social y mucho menos en las políticas públicas. “Hace muchos años se pensaba que lo necesario era la vacuna de la rabia y listo. Se descanizaba con veneno”, dice.
El paso de los años hizo que los animales, especialmente los de compañía, tengan más protagonismo en la vida de las familias ecuatorianas. Este cambio de mentalidad también generó una necesidad de nuevas normas que contemplen protecciones para los animales en la ciudad. El cambio llegó en 2011 con la aprobación de la Ordenanza 048. La ley, todavía vigente, regula la tenencia, protección y control de fauna urbana.
La Ordenanza sobre manejo de fauna urbana tiene que articularse a las normas del Código Orgánico del Ambiente. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Hoy, la normativa municipal afronta un nuevo reto. Con la aprobación del Código Orgánico del Ambiente (COA), las ordenanzas municipales deben articularse a este cuerpo legal. Así lo explica Lorena Bellolio, presidenta de Protección Animal Ecuador (PAE). El COA da la facultad a los Gobiernos Autónomos Descentralizados para regular y controlar el manejo responsable de fauna urbana, con ciertas condiciones.
Los temas relacionados con animales de consumo serán regulados por Agrocalidad; el control de enfermedades transmisibles entre animales y personas estará a cargo del Ministerio de Salud Pública. Lo relativo a la educación sobre los parámetros de bienestar animal le corresponderá al Ministerio de Educación y Deporte. La Senescyt vigilará los programas y proyectos donde se realice investigación con animales y el Ministerio del Ambiente se encargará de la fauna silvestre urbana.
La Ordenanza 048 también determinó que el método para controlar la sobrepoblación de animales es la esterilización. Desde su creación en 2011 y hasta el 2017, Urbanimal realizó 62 136 esterilizaciones. Pero la población capitalina de animales rodea los 500 000 individuos, según estimaciones.
En las reformas se deberá incluir lo que señala el COA: crear mecanismos para establecer estimaciones poblacionales; crear incentivos para el cumplimiento de las disposiciones; determinar los protocolos de rescate y asistencia de animales en casos de emergencias; regular los espacios públicos donde se comercialicen animales, promover la adopción y establecer un registro de mascotas.
Se calcula que en Quito viven alrededor de 500 000 animales de compañía con y sin familia. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Esto último ya consta en la Ordenanza 048 y se está trabajando en su implementación, apunta Pizco. “Esperamos tenerlo en funcionamiento para el año que viene. Queremos la participación de todos para poder tener un registro veraz”, dice.
En este sentido, PAE trabaja junto con especialistas jurídicos y técnicos, además de representantes de la Defensoría del Pueblo en un proyecto de ordenanza. Su enfoque es solucionar la sobrepoblación de animales como un primer paso. “La identificación, evitar el maltrato son sumamente importantes, pero hay que empezar con lo urgente”, dice Bellolio. Por esta razón, políticas sobre esterilización, sanciones, restricciones a la reproducción, impuestos a los animales de raza, entre otras medidas, se proponen dentro de este proyecto.
El objetivo es crear una ordenanza modelo que se replique en el resto de Gobiernos Autónomos Descentralizados. En su propuesta también incluyen normas sobre animales de compañía exóticos, que hasta el momento no se contemplaban en la ley. “Había un vacío legal, por lo que era difícil protegerlos”, dice Bellolio.
Evitar el maltrato animal es otro de los ejes que manda el COA. En este sentido, solo en el 2017 la Agencia Metropolitana de Control (AMC) realizó 1 397 inspecciones para verificar el cumplimiento de la normativa. Sin embargo, las denuncias de maltrato animal y abandono continúan llegando a esta entidad.
Johana Aguirre, supervisora de la AMC, dice que están trabajando un proyecto enfocado en “presentar sugerencias y observaciones que permitan actuar con más efectividad en temas de maltrato. Esto es control e infracciones y cómo deben ser verificadas y validadas”. Gremios veterinarios y algunas universidades de la ciudad se han sumado a este proyecto de reformas.
El COA también especifica obligaciones y responsabilidades en relación a los animales. También determina ciertas prohibiciones como la zoofilia, el maltrato, hacinamiento y el envenenamiento.
Además el momento no podría ser más apropiado. En diciembre del 2017 se aprobó la Ordenanza 188. Esta ley implementa y regula el Sistema de Protección Integral en el Distrito Metropolitano de Quito. Entre los grupos que requieren protección se incluye por primera vez a los animales.