Joe fue abandonado porque “comía mucho”. Ahora busca una familia responsable. Foto: Cortesía Patitas Callejeras
Cuando tenía seis meses, Joe, un basset hound, fue abandonado por su familia en El Chaquiñán, en Tumbaco. Era apenas un cachorro y no entendió lo que pasó. Entonces una persona lo vio y lo llevó a su casa. Dos días después quiso abandonarlo en el mismo lugar porque este pequeño comía mucho.
La organización Patitas Callejeras lo recibió. Pensaron que tal vez se habría perdido, pero pusieron avisos buscando a su familia y nadie se comunicó.
Cuando llegó a la clínica veterinaria estaba muy flaco, así que inmediatamente empezaron a tratarlo para que gane peso. Poco a poco mejoró. Recibió sus vacunas, desparasitaciones y también fue esterilizado. Se estaba preparando para una familia que lo adopte, pero ocho meses después no ha tenido suerte.
Para América Freire, fundadora de Patitas Callejeras, el abandono de Joe demuestra que cualquier perro – incluso los de raza– pueden ser abandonados. Uno de los problemas que encuentra es que las personas que compran cachorros no investigan las características de la raza, el espacio que necesitarán, la actividad física que requieren y la cantidad de comida que necesitan. Cuando crecen los cachorros, el presupuesto no alcanza y son abandonados en calles, parques y plazas de la ciudad.
Joe ya cumplió un año y no ha conocido a la familia ideal para él. Es un perro sociable, amoroso y juguetón que necesita espacio. No es apto para vivir en departamento y la familia que lo adopte debe contar con los recursos para cuidarlo el resto de su vida.
Esta raza vive de 10 a 12 años y pueden pesar alrededor de 25 kilos. Es de carácter equilibrado y también se recomienda para los niños.
Si estás interesado en adoptar a Joe puedes comunicarte con Patitas Callejeras a su página de Facebook y solicitar el formulario de adopción.