Las mascotas no observan directamente al sol o al eclipse. Foto: Wikicommons.
Este 21 de agosto de 2017 ocurrirá un eclipse solar que podrá verse en algunas partes del mundo. Desde hace varios días las personas han buscado información sobre cómo verlo, qué precauciones tomar y también si sus mascotas pueden ser afectadas.
Primero, hay que tomar en cuenta que en el Ecuador el fenómeno se verá de forma parcial: 9,01%, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología. Es decir, el cielo no se oscurecerá por completo, a diferencia de Estados Unidos, donde se apreciará el evento en su totalidad.
Los especialistas han recomendado que las personas que quieran observar el eclipse utilicen lentes especiales, pero ¿qué hay de los animales? Según María Dolores Villacís, médico veterinaria del hospital Medipet, “la retina de los animales es igual de sensible a los rayos directos del sol pudiendo causar daños irreversibles”.
La ventaja es que los animales no tienen un reflejo que haga que miren directamente al sol ni al eclipse. “Esa es una forma de evitar dichos daños”, señala la especialista. Por lo tanto no requieren una protección especial, aunque las personas podrían mantener a sus animales dentro de casa para reducir el riesgo.
Otros animales sí serán afectados, aunque en otro sentido. Según Russel McLendon, de Mother Nature Network, algunos animales salvajes y silvestres, se comportan como lo hacen durante las noches. “Las aves se retiran a sus lugares de descanso, realizan su serenata típica del anochecer y cuando llega la ‘noche’ se quedan quietos”.
Cuando el ocultamiento finaliza, unos minutos después, estos animales actúan como si fuera una nueva mañana. Esta ruptura no causa ningún efecto secundario en los relojes biológicos de las aves.
Un estudio durante un eclipse en junio de 2001 mostró que varios animales reaccionaron de forma extraña en un Parque Nacional en Zimbabue. El investigador observó que un grupo de hipopótamos, por ejemplo, se sumergió en el agua durante el punto máximo del fenómeno –como lo hacen en la noche- y que luego se “mostraron nerviosos por el resto de la tarde”. Les tomó un día volver a su rutina normal.
En julio de 1991, algunos investigadores observaron que algunas arañas desmontaron sus telas cuando ocurrió el eclipse. Una vez que terminó las construyeron nuevamente. En 1984 un grupo de chimpancés se subió a la copa de los árboles de un santuario cuando inició el oscurecimiento, tal como lo hacen cuando se preparan para descansar.
Los animales nocturnos pueden activarse durante el punto máximo del fenómeno. En algunos países se han reportado casos de murciélagos y búhos que salen en medio del eclipse.