Aurelio, con un collar isabelino, para evitar que se lama las heridas y se infecten. Foto: Diego Pallero / Narices Frías.
Él es Aurelio, un perro mestizo adulto que ha atravesado por algunas de las peores experiencias. Pero sigue luchando.
Llegó a manos de Acción Animal Ecuador, desde Minas. Poco se sabe de su pasado pero se conoce que vivía en una comunidad. “Decían que se comía a las gallinas”, cuenta Camilo Ramírez, presidente de la organización.
Aurelio fue castrado sin los menores cuidados, aparentemente con un machete. Cuando uno de los voluntarios de la fundación lo encontró tenía una infección severa y muchos gusanos en la herida. Además se podía ver que estaba desnutrido y deshidratado. Por esta razón, el can fue trasladado a Quito donde recibió atención y empezó a recuperarse, pero tuvo otro accidente.
Mientras seguía débil “tuvo una pelea con un pitbull y otros perritos y lo dejaron muy malherido”, cuenta Ramírez. Volvió al veterinario y nuevamente está en recuperación.
Lorena Hernández, encargada de la fundación le hace las curaciones y los cambios de vendajes todos los días. Foto: Diego Pallero / Narices Frías.
Sus rescatistas deben cambiar sus vendajes al menos dos veces al día y debe tomar medicación para evitar infecciones. Ahora, está mucho mejor, pero necesita padrinos o un hogar definitivo.
Si te interesa colaborar con el caso de Aurelio o quieres darle una familia a este peludo, comunícate con la fundación a través de su página de Facebook.