El letargo, debilidad repentina o palidez de las mucosas de las mascotas pueden ser señales de anemia. Foto: Wikicommons.
La anemia es una enfermedad en la que el organismo tiene un bajo número de glóbulos rojos. Éstas son las más abundantes en la sangre y contienen hemoglobina, que lleva el oxígeno a todo el cuerpo. Contrario a lo que se puede pensar comúnmente, esta condición también afecta a las mascotas.
Carolina Benavides, médico veterinario zootecnista de la Clínica Veterinaria Garras y Huellas, explica que para identificar una anemia es necesario realizar un examen clínico en perros y gatos. “Se observa la mucosa de los pacientes y luego de un chequeo se identifica qué animales pueden tener anemia”, asegura.
Otros síntomas pueden incluir letargo, debilidad, intolerancia al ejercicio, según PetMD, un portal de medicina veterinaria. El diagnóstico se realizará a través de un hemograma. En este examen se evidencia el número de glóbulos rojos y hemoglobina.
Para la especialista, para tratar la anemia es fundamental encontrar la causa. “La anemia no se presenta por sí sola y suele ser secundaria a otra enfermedad”, asegura. La insuficiencia renal o una parasitosis pueden provocar este desorden en el organismo.
Cuando hay insuficiencia renal, por ejemplo, no se produce eritropoyetina (una sustancia que estimula la producción de glóbulos rojos). El tratamiento está encaminado a solucionar este problema para eliminar la anemia. “Hay que hacerlo antes de que se produzcan complicaciones que pueden llegar a ser muy graves”, alerta Benavides.
En perros rescatados que no tienen una alimentación balanceada puede ocurrir por deficiencias nutricionales. Un alimento de mala calidad o una mala alimentación pueden provocar anemia en raras ocasiones. También se pueden recetar suplementos, vitaminas, hierro y complejo B. Los pacientes con anemia deben someterse a exámenes cada 15 días hasta que la condición desaparezca.