Ambacar quiere tomar decisiones en función de la investigación del Ccicev para eventualmente ensamblar el auto en Ecuador, usando incluso materiales fabricados en el país. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO

Ambacar quiere tomar decisiones en función de la investigación del Ccicev para eventualmente ensamblar el auto en Ecuador, usando incluso materiales fabricados en el país. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO

Las ventajas (y desventajas) de tener un auto eléctrico en Quito

Ambacar quiere tomar decisiones en función de la investigación del Ccicev para eventualmente ensamblar el auto en Ecuador, usando incluso materiales fabricados en el país. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO

Se estima que en el mundo existen 1 200 millones de autos. La cifra se desprende de los estudios realizados por la consultora estadounidense Navigant Research. De estos vehículos, 740 000 son eléctricos, según revela el portal CleanTechnica, página web de referencia en materia de tecnologías limpias.

Esto quiere decir que solamente un 0,061% de los autos del mundo son eléctricos. Aunque el porcentaje puede parecer alarmantemente pequeño, hay algunos factores a considerar.

Principalmente, el hecho de que los autos con motor de combustión interna se han venido fabricando desde hace más de una centuria, mientras que los autos eléctricos han experimentado su resurgimiento solamente en los últimos 10 años.

Dicho de otro modo: los autos tradicionales llevan bastante ventaja en la carrera. Sin embargo, los avances realizados en la última década han permitido el desarrollo masivo de modelos híbridos y completamente eléctricos, y esto a su vez ha promovido la popularización de estos modelos.

Por otra parte, la potencia que en la actualidad entregan los motores de autos eléctricos puede ser adecuada para condiciones de manejo específicas; pero ciudades como Quito tienen una topografía muy particular, por lo que estos autos no podrían lidiar con algunas de las empinadas subidas que se encuentran en la capital ecuatoriana.

Este es el foco de la investigación que realiza en la actualidad el Centro de Transferencia Tecnológica para la Capacitación e Investigación en Control de Emisiones Vehiculares (Ccicev) de la Escuela Politécnica Nacional (EPN). Este centro, en conjunto con la compañía Ambacar, ha comenzado la exploración del funcionamiento de dos vehículos compactos de la automotriz china Green Wheel.

Los exámenes que se realizarán durante los próximos dos años sobre el modelo GW283-A07P22-01 pretenden determinar las ventajas y desventajas de este ejemplar, además de ver las mejoras que se pueden hacer en el vehículo, con miras a que este pueda ser ensamblado a escala local.

Las pruebas preliminares ya han arrojado los primeros resultados: si bien el vehículo no emite gases contaminantes, al llegar a los barrios más altos de Quito el consumo de energía aumenta considerablemente, asegura Ángel Portilla, profesor de la EPN y director del Ccicev. Esto representaría un problema, teniendo en cuenta que el auto tiene una autonomía de 125 kilómetros con una carga de seis a ocho horas.

Por otra parte, la velocidad máxima del auto según el sitio web de Green Wheel es de 100 km/h; estas especificaciones lo hacen un vehículo pensado para la movilización dentro de ciudades, pero no para desplazamientos interprovinciales.

La investigación del Ccicev pretende descubrir formas de optimizar el uso de la batería del auto, así como determinar qué zonas de la capital serían óptimas para el uso de estos automóviles y los lugares donde se podrían ubicar las denominadas electrolineras.