En un grupo de 23 millones de usuarios de nube se determinó que generan más de 2 billones de transacciones diarias. Foto: EL COMERCIO
Cuando Andrés Naranjo compró la cuarta versión de PlayStation (PS4), lo hizo pensando en una sola cosa: con su cuenta Plus podría tener hasta 10 GB para guardar los datos de sus videojuegos en la nube. Esto es una gran ayuda para él, quien, en promedio, invierte hasta cuatro horas diarias detrás de su consola; un tiempo que genera una inmensa cantidad de información que él no desea perder por descuido.
En la actualidad, la nube es una de las herramientas más útiles para incrementar la eficiencia con la que los usuarios realizan sus actividades más comunes. Desde comunicarse con familiares y amigos (tal como sucede con Facebook) o simplemente compartir la copia de una tarea del colegio, los proveedores de servicios de nube (casi 16 000 en la actualidad) están cambiando la manera en la que los usuarios manejan sus respectivos contenidos.
Sin embargo, varias de sus ventajas aún no están siendo utilizadas por usuarios como Naranjo. Entre estas, la capacidad de análisis de Big Data.
De acuerdo con el analista Fernando Ojeda, de la firma New Analysis, la nube ha permitido que una mayor cantidad de usuarios acceda a datos que antes estaban restringidos. Con ello se ha generado un impacto significativo en los usuarios que buscan crear nuevos servicios y contenidos. Por ejemplo, una persona puede crear mañana una aplicación para saber qué tipo de ropa utilizar en el día de acuerdo con los reportes meteorológicos de la zona en la que se encuentra y con base en las tendencias de moda.
A eso se suma una herramienta excepcional de la nube para quienes padecen de alguna enfermedad. Vanesa Peña, de 62 años, es muestra de ello: debido a un tumor detectado y extirpado en su cabeza, requiere de chequeos constantes por parte de su oncólogo, quien vive en los Estados Unidos. Por medio de CareCloud, Peña entra en contacto con él, envía sus exámenes y recibe sus diagnósticos en Quito.
Y para quienes necesitan trabajar en proyectos que requieren de potentes ordenadores, los proveedores de nube ofrecen una alternativa bastante eficiente: las máquinas virtuales. Estas permiten conectarse a ordenadores externos para trabajar con altas velocidades. Y son equipos tan potentes como los que ofrece Microsoft Azure, por mencionar uno, a través del cual el usuario accede a una máquina de 32 núcleos de CPU, 448 GB de RAM y 6,59 TB de almacenamiento.
Y en el caso de los videojuegos, los servicios de ‘streaming’ por nube son una herramienta que por ahora permite compartir en fracciones de segundo las estrategias de los jugadores.