Al comienzo de una audiencia en el comité judicial del Senado, los líderes de los gigantes tecnológicos destacaron los esfuerzos de grupos ligados al Kremlin por influir en las elecciones de 2016 para dividir a la sociedad estadounidenses con anuncios y c

Al comienzo de una audiencia en el comité judicial del Senado, los líderes de los gigantes tecnológicos destacaron los esfuerzos de grupos ligados al Kremlin por influir en las elecciones de 2016 para dividir a la sociedad estadounidenses con anuncios y c

Gigantes tecnológicos reconocen gran influencia de Rusia en comicios de EE.UU.

Al comienzo de una audiencia en el comité judicial del Senado, los líderes de los gigantes tecnológicos destacaron los esfuerzos de grupos ligados al Kremlin por influir en las elecciones de 2016 para dividir a la sociedad estadounidenses con anuncios y contenidos polémicos. Foto: Agencia AFP

Altos directivos de Facebook, Twitter y Google reconocieron este martes 31 de octubre de 2017 en el Senado de EE.UU. que el número de cuentas ligadas a sitios de propaganda rusa alcanzó en las elecciones de 2016 un número mayor de lo que habían anticipado.

Al comienzo de una audiencia en el comité judicial del Senado, los líderes de los gigantes tecnológicos destacaron los esfuerzos de grupos ligados al Kremlin por influir en las elecciones de 2016 para dividir a la sociedad estadounidenses con anuncios y contenidos polémicos.

"Cuando se trata de las elecciones de 2016: quiero ser muy claro. La injerencia extranjera que hemos visto es censurable e indignante y abre un nuevo campo de batalla para nuestra empresa, nuestra industria y nuestra sociedad", aseguró el consejero general de Facebook, Colin Stretch.

"Actores extranjeros, escondidos detrás de cuentas falsas abusaron de nuestra plataforma y de otros servicios de Internet para tratar de sembrar división y la discordia y para tratar de socavar nuestro proceso electoral. Es un asalto a la democracia y viola todos nuestros valores", añadió Stretch.

En su testimonio escrito, entregado al comité, Stretch ofreció detalles sobre el alcance de la propaganda rusa durante las elecciones. En concreto, Stretch confirmó que la compañía Internet Research Agency, vinculada al Kremlin, creó unas 120 páginas en Facebook que produjeron unas 80 000 publicaciones entre enero de 2015 y agosto de 2017, es decir, mucho antes y después de las elecciones presidenciales, celebradas en noviembre de 2016.

Esas publicaciones aparecían automáticamente en el portal de Facebook de algunos usuarios y llegaron a alcanzar a 29 millones de estadounidenses, que una vez compartidas impactaron en un total de 126 millones. Los contenidos de estas publicaciones estaban relacionados con la raza, la religión, los derechos a las armas y con la orientación sexual y de género.

Por su parte, el consejero general en funciones de Twitter, Sean Edgett, explicó que su compañía descubrió y clausuró 2 752 cuentas vinculadas con Internet Research Agency, una compañía que se dedica a promover las posiciones del Gobierno ruso en redes sociales, portales de vídeo y periódicos en Internet.

"El abuso de nuestra plataforma por parte de sofisticados actores extranjeros, patrocinados por estados extranjeros, para intentar manipular las elecciones es un nuevo desafío para nosotros, y uno en el que estamos decididos a actuar", destacó Edgett frente a los senadores.

Por su parte, el director de Google para seguridad de la información, Richard Salgado, indicó que su compañía, encontró dos cuentas ligadas a un grupo ruso que gastó  USD
4 700 en anuncios durante la campaña.

El gigante tecnológico, propietario de YouTube, también halló 18 canales de vídeo en YouTube, en los que había aproximadamente 1 100 vídeos con 43 horas de material político y que acumularon miles de visitas en Estados Unidos entre junio de 2015 y noviembre de 2016, según indicó Salgado.

Los testimonios de hoy, en los que las compañías reconocen un mayor impacto de Rusia, supone un giro importante con respecto a las posiciones que antes habían sostenido Facebook, Google y Twitter.

Justo después de las elecciones, el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, restó importancia a la idea de que la propaganda publicada en su red hubiera podido influir en las elecciones. En los últimos meses, un número creciente de legisladores ha expresado alarma por el poder que Facebook, Google y Twitter tienen sobre la opinión pública.