Cuando Sol vio el mundo por primera vez en marzo de 2015, pocos días después de su nacimiento, debido a complicaciones médicas su antebrazo izquierdo tuvo que ser amputado.

Cuando Sol vio el mundo por primera vez en marzo de 2015, pocos días después de su nacimiento, debido a complicaciones médicas su antebrazo izquierdo tuvo que ser amputado.

Este padre aprendió de robótica y fabricó una prótesis hidráulica para su hijo de dos años

Cuando Sol vio el mundo por primera vez en marzo de 2015, pocos días después de su nacimiento, debido a complicaciones médicas su antebrazo izquierdo tuvo que ser amputado. Foto: Business Wire

Una impresora 3D, mucha autodeterminación y amor incondicional fueron los factores que se mezclaron para que Ben Ryan pudiera fabricar una prótesis hidráulica para su pequeño hijo, Sol, de dos años.

c Limitado por su corta edad, el pequeño tendría que haber esperado hasta cumplir tres años para recibir una prótesis mieloeléctrica, según reporta un boletín de Business Wire. Desde su primer año, el bebé hubiera podido utilizar una prótesis cosmética (sin acciones de movimiento).

Sin embargo, la preocupación de Ben Ryan era que, con el pasar de los años, Sol fuera perdiendo paulatinamente la sensibilidad y la aceptación biológica de su brazo. Después de investigar acerca de estos casos en infantes, Ryan concluyó que las estadísticas de rechazo a una prótesis son mucho mayores cuando los niños son mayores a dos años.

En ese momento, el padre se dijo a sí mismo: “Deja de pensar en lo que Sol no puede hacer ¿Qué podemos hacer nosotros?”, aseguró a la BBC. Lo primero que hizo Ryan fue pegar con cinta adhesiva pedazos de esponja. Según cuenta, al poco tiempo el niño estaba utilizando su brazo improvisado para revolver sus juguetes.

Entonces, el padre se puso manos a la obra. Primero vino el proceso de diseño, para lo cual utilizó un software llamado Autodesk Fusion 360. Seguido de esto, Ryan comenzó a fabricar algunos prototipos en una impresora 3D Stratasys Connex.

La prótesis diseñada por Ben Ryan permite al pequeño Sol mover su dedo pulgar, ya sea con la ayuda de su mano derecha o con el sistema hidráulico, que automatiza el movimiento en forma de pinza. La empuñadura continúa funcionando manualmente si es que existe interrupción del proceso hidráulico.

Foto: Business Wire


Ahora, Ryan se encuentra contento porque su hijo se ha ido adaptando a una edad temprana a las prótesis con movimiento. Mientras que la fabricación de una prótesis común hecha a partir de un molde de yeso hubiera tomado alrededor de 11 semanas, el invento de Ryan tardó apenas cinco días.

El padre patentó la prótesis de Sol y ahora la ha convertido en un proyecto llamado Ambionics, cuyo lema es “mejorando el futuro”. Con el primer resultado de la prótesis de su hijo, ahora Ryan intenta conseguir financiamiento para llevar a cabo un plan a largo plazo.