Arianna Huffington. La empresaria lanzará su ‘app’ Thrive en exclusiva para
Samsung como respuesta al estrés tecnológico.
Milenials y centenials tienen, por lo menos, un elemento en común: el estrés que pueden generar las telecomunicaciones. En un mundo hiperconectado, ellos representan el público más influenciado por el desarrollo de teléfonos inteligentes y tabletas, los cuales se han vuelto parte funcional de sus estilos de vida. Y esto ya tiene sus consecuencias en su salud emocional.
Una de las voceras de este malestar en torno a la tecnología es Arianna Huffington, cofundadora de la cadena de medios Huffington Post. En la última conferencia de desarrolladores de Samsung, ella presentó Thrive, una aplicación que permite limitar el número de notificaciones, llamadas o mensajes que llegan al dispositivo. También ayuda a controlar el número de veces que la persona abre una ‘app’, o el tiempo que gasta en esta. Todas estas funciones, a criterio de la empresaria, están pensadas para aquel público que no puede despegarse de sus teléfonos o tabletas.
A escala mundial, el uso de los teléfonos celulares entre las generaciones más jóvenes se ha convertido en una problemática de salud. La consultora Dscout señaló en un reciente estudio que los estadounidenses revisan sus dispositivos
2 617 veces al día. Y aunque no haya cifras concretas sobre la panorámica ecuatoriana, la psicóloga María Fernanda Torres, especialista en psicología educativa y juvenil, atiende mensualmente una veintena de casos derivados del uso de celulares.
Torres cuenta que la mayoría de jóvenes que llegan a su consultorio no saben manejar adecuadamente la presión que generan las nuevas tecnologías. En el caso de los colegiales, ella señala tres problemas principales: la frecuencia de uso de un celular durante el día; el ciberacoso y la presión psicológica de las redes sociales; y el acceso a conexiones gratuitas o de bajo costo. Como ejemplo señala que ella trabaja con pacientes a los cuales se les restringe el uso de sus dispositivos por unas horas, sobre todo las nocturnas, para que logren descansar adecuadamente.
Al analizar la propuesta de Thrive, el psicólogo clínico Leonardo Veloz explica que la problemática tecnológica va mucho más allá del desarrollo de una aplicación.
“Restringir o limitar el uso de un teléfono inteligente no es la mejor solución”, señala. A su criterio, es necesario que las personas opten por ‘apps’ que ayuden a sobrellevar el uso de estas tecnologías. Él es consciente de que los usuarios no pueden dejar de lado estas herramientas, que no solo los conectan con sus familiares y amigos, sino que son también implementos de trabajo.
Ya en el caso de los adultos menores de 40 años, el uso de tecnologías ha expandido enfermedades y padecimientos relacionados con problemas del sueño, trastornos mentales, entre otros. Al respecto, la American Psychological Association (APA), en su informe Estrés en América 2017, señala que un 43% de las personas que usan teléfonos inteligentes o redes sociales desarrolla una suerte de síndrome denominado ‘revisión compulsiva’. Ellos generan altos niveles de estrés porque pasan constantemente revisando sus dispositivos o a la espera de confirmaciones de lectura de sus mensajes o sus estados.
Estos efectos negativos en torno al uso constante de dispositivos ha detonado en una práctica que gana más adeptos: la desintoxicación digital. Al respecto, las organizaciones Digitaldetox.org y Programadesconecta.com coinciden en que lo importante es que las personas aprendan a sobrellevar el uso de nuevas tecnologías en su diario vivir, para así interactuar directamente con sus entornos sociales cercanos.
En el mercado de aplicaciones de Android y iOS existen más de tres centenares de aplicaciones creadas específicamente para ayudar a estos públicos. Las funciones van desde limitar los horarios de funcionamiento de este software, hasta bloquear ciertas funciones.