Diego Morales (19) de Liga de Quito sortea la marca de Gabriel Márques (3) del Barcelona Sporting Club para anotar el primer gol del partido jugado en el estadio Casa Blanca. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Guillermo Almada (izq) del Barcelona Sporting Club recrimina al jugador Herán Lino. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

José Quinteros (14) de Liga de Quito avanza con el balón ante la marca de Diego Calderón (2) del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Jonathan Álvez (44) de Liga de Quito traslada el balón ante la marca de varios zagueros del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Mosaico en las gradas del estadio Casa Blanca. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Jonathan Álvez (44) de Liga de Quito remata ante la marca de Gabriel Márques (3) del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Hernán Lino (13) del Barcelona Sporting Club remata ante la marca de Luis Romero (27) de Liga de Quito durante el partido jugado en el estadio Casa Blanca. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Jonathan Álvez (44) de Liga de Quito sortea la marca de Gabriel Márques (3) del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

José Madrid (12) de Liga de Quito pelea el balón con Oswaldo Minda (6) del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Brahian Alemán (30) del Barcelona Sporting Club discute con el árbitro del partido. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Norberto Araujo (3) de Liga de Quito se anticipa a Ismael Blanco (9) del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

El árbitro Daniel Salazar (centro) valida el primer gol del partido. Diego Morales (19) celebra con Jonathan Álvez (44) ante la mirada de José Luis Perlaza y Gabriel Márques del Barcelona Sporting Club. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

José Francisco Cevallos Jr., celebra el segundo gol anotado al Barcelona Sporting Club en el estadio Casa Blanca. Foto: Pául Rivas/ EL COMERCIO

Luis Zubeldía, DT de Liga de Quito al final del partido ante Barcelona Sporting Club en el estadio Casa Blanca. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO