Los vendedores infantiles aprovechan la llegada de los clientes a los bares para vender sus productos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Los vendedores infantiles aprovechan la llegada de los clientes a los bares para vender sus productos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Los niños suelen ir en pequeños grupos, para acercarse a los clientes. En muchos casos llevan mochilas y bolsos para reponer la mercadería que venden. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Los niños suelen ir en pequeños grupos, para acercarse a los clientes. En muchos casos llevan mochilas y bolsos para reponer la mercadería que venden. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

En algunos casos, los niños trabajan junto a los padres en las ventas nocturnas. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

En algunos casos, los niños trabajan junto a los padres en las ventas nocturnas. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

En otros casos, los adultos se quedan en un lugar fijo, mientras los niños recorren las calles. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

En otros casos, los adultos se quedan en un lugar fijo, mientras los niños recorren las calles. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Aunque existe una guardería municipal, donde los niños pueden ser cuidados mientras sus padres trabajan, estas no las usan. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Aunque existe una guardería municipal, donde los niños pueden ser cuidados mientras sus padres trabajan, estas no las usan. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Los niños, a menudo, ayudan en la venta de caramelos hasta pasada la media noche. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Los niños, a menudo, ayudan en la venta de caramelos hasta pasada la media noche. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

La modalidad, en algunos casos, es que los niños acerquen su mercadería a los clientes que se encuentran en los locales de La Mariscal. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

La modalidad, en algunos casos, es que los niños acerquen su mercadería a los clientes que se encuentran en los locales de La Mariscal. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Posteriormente, el dinero es entregado a sus padres o familiares y ellos envían más producto para que el menor continúe la venta durante el resto de la noche. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Posteriormente, el dinero es entregado a sus padres o familiares y ellos envían más producto para que el menor continúe la venta durante el resto de la noche. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO

Niños vendedores laboran las noches en La Mariscal

Decenas de niños que ofrecen caramelos y flores se confunden entre los clientes de bares y centros de diversión de La Mariscal, en el centro norte de Quito. Los menores, generalmente, acompañan a sus padres en el trabajo que ejercen en las veredas de la zona rosa de la ciudad.

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