Alrededor de 800 niños de una escuela fiscal de la ciudad de Quito se beneficiarán del programa Huellas de Cambio. La iniciativa busca impulsar un cambio en las comunidades para conservar el medio ambiente por medio de la educación.
Lo hace por medio de la creación de un espacio denominado TiNi (Tierra de Niñas, Niños y Jóvenes) que se convierte en un aula con enfoque afectivo, lúdico y pedagógico para los estudiantes. El programa trata de que los estudiantes se consoliden como agentes de cambio.
Este programa está creado por Bupa Global Latinoamérica, empresa internacional de atención médica que atiende a más de 38 millones de clientes en todo el mundo, con el fin de impulsar un cambio positivo en las comunidades y el planeta. Además, cuenta con el apoyo de la Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA) y la Fundación MIWA Educación y Conciencia Ambiental.
Huellas de cambio se instauró hace unos meses en el Ecuador con la inauguración del primer espacio TiNi en la parroquia rural de Gualea. Lepoldo Báez, gerente general de Bupa Ecuador, sostiene que el principal propósito de esta iniciativa es “ayudar a las personas a tener vidas más largas, sanas y felices”.
La metodología TiNi fue reconocida por la Unesco en 2012 y por el Ministerio de Educación en 2017 como una buena práctica educativa. Tiene el objetivo de generar en los estudiantes empatía activa por la vida y que asuman la responsabilidad de proteger la biodiversidad y generar bienestar para ellos y toda su comunidad.
Mónica Reinoso, directora ejecutiva y fundadora de MIWA explica que este tipo de espacios permiten a los estudiantes crecer en contacto positivo con la naturaleza, incorporándola como una maestra central en el proceso de aprendizaje.
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