Ytalo Perea se alejó temporalmente del boxeo por culpa de la pandemia

Ytalo Perea se entrena con los seleccionados del país en Esmeraldas. Foto: Federación de Boxeo.

Ytalo Perea se entrena con los seleccionados del país en Esmeraldas. Foto: Federación de Boxeo.

Ytalo Perea se entrena con los seleccionados del país en Esmeraldas. Foto: Federación de Boxeo.

Los guantes de Ytalo Perea están colgados. Desde hace dos meses no ha golpeado un saco y tampoco ha realizado trabajo físico. La emergencia sanitaria del covid-19 obligó al boxeador a revisar sus prioridades económicas, por lo que dejó de lado los entrenamientos.

Hasta marzo estuvo en las concentraciones de la selección nacional de boxeo, en los Centros de Alto Rendimiento de Esmeraldas y de Durán. Se preparaba para el preolímpco de Argentina, torneo que entregaba cupos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Tokio; ambos eventos se suspendieron.

Tras la declaratoria de emergencia abandonó la concentración y tuvo que aislarse en su casa, donde las primeras semanas cumplió con los parámetros de entrenamiento ordenados por la selección.

“Al principio cumplí a rajatabla, estaba recién llegado, con todo el ánimo y enfocado al máximo. Con el pasar de los días la realidad fue cambiando, se iba abriendo el panorama. Yo tenía cuatro meses sin pelear profesionalmente y mis ahorros se iban gastando”, comentó.

Desde el 2013 Perea pasó al profesionalismo, por lo que no percibe sueldo de la Federación ni de la Secretaría del Deporte. La falta de ingresos lo obligó a enfocarse en otros negocios que desarrolló junto con su familia.

Entre abril y junio se mantiene en viajes constantes desde Guayaquil, donde reside, a Posorja, Esmeraldas y Manabí. En cada una de esas localidades tiene negocios relacionados con la venta de mariscos y proyectos varios.

“Invierto en un puesto de mariscos que tiene un tío en el mercado de la Caraguay (al sur de Guayaquil). Voy a los barcos a comprar y vender, estuve también en un negocio de minas. Yo trato de buscar el dinero para mantener a mi familia, eso es lo más importante”, dijo.

El pugilista es el único sustento económico de su hogar, además ayuda a sus hermanos para la compra de víveres y medicinas. Cuenta que debido a sus viajes le es imposible apegarse a los entrenamientos de la selección, que se realizan dos o tres veces por día.

Perea está molesto con la organización de la Federación de Box, actualmente intervenida y con la Secretaría del Deporte. Según él, los conflictos dirigenciales perjudican a los deportistas.“Me fui del olimpismo por las peleas dirigenciales. Ahora que regresé encuentro el mismo problema, los dirigentes se pelean entre ellos y los deportistas quedamos a la deriva”, dijo.

Según Perea, a inicios de año solicitó un incentivo para él y otros compañeros que no pertenecen al Plan de Alto Rendimiento, pero tuvo una respuesta negativa.

"Primero me dijeron que iban a considerar y luego que no se pudo. Lo peor es que hay compañeros como Julio Castillo que sí está en el Alto Rendimiento y no le han pagado por cuatro meses, él es un referente y no es justo”, lamentó.

A pesar de su malestar, aclara que todavía está ilusionado con participar en los Juegos Olímpicos y conseguir una medalla, objetivo que se planteó desde niño.

Hasta el momento, ni la Secretaría del Deporte ni el Comité de Operaciones de Emergencia ha dispuesto el reinicio de entrenamientos de las disciplinas de combate, por lo que el esmeraldeño cree que es más posible conseguir una pelea profesional para este año.

Vi que ya hubo un evento en Las Vegas (Estados Unidos), si eso sigue así volveré a entrenarme para ponerme en forma. Lo del olimpismo es más que seguro que se retomará desde el próximo año”, dijo.

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