El australiano Mark Webber ganó el Gran Premio Británico de Fórmula Uno para el equipo Red Bull, luego de una impetuosa largada que cambió el panorama para su compañero Sebastián Vettel.
La victoria dibujó una sonrisa en el rostro de Webber luego de haber tenido que ceder el alerón delantero de su auto a su compañero en una maniobra que generó polémica y dejó a Red Bull frente a acusaciones de favoritismo.
Webber, usualmente sin demasiada expresión en su rostro, dejó ver su emoción una vez que cruzó la línea de meta y dijo a su equipo por la radio: “Fantástico, no está mal para un piloto número dos”. “Bien hecho Mark, ahora puedes sonreír”, respondió entusiasmado el director de la escudería austríaca, Christian Horner.
Vettel, quien largó desde la “pole position” pero se encontró en la parte trasera de la fila de autos luego de la primera vuelta, dio batalla para poder finalmente terminar séptimo.
En tanto, el británico Lewis Hamilton no pudo deleitar con un triunfo a las 120 000 personas que acudieron a Silverstone, aunque arribó segundo con su McLaren -a 1,3 segundos de Webber- y extendió su ventaja como líder del campeonato.
A falta de nueve carreras, el inglés, ganador del título en el 2008, ahora lidera el certamen de pilotos con 12 puntos de ventaja sobre su compatriota y vigente campeón Jenson Button, también de McLaren.
El tercer puesto quedó en manos del alemán Nico Rosberg, de Mercedes, en una competencia en la que el coche de seguridad volvió a ingresar a la pista tras la controversia producida en la última jornada en Valencia. Button, quien largó desde el puesto 14 y describió a su monoplaza como “inmanejable”, se las arregló para sobreponerse a los problemas y terminó en cuarto lugar en una soleada tarde en su país.
La historia de la carrera estuvo en la largada, con los dos Red Bull alineados en la primera línea y Webber del lado “sucio” de la pista.
El representante del australiano, el extrovertido ex director de Renault, Flavio Briatore, le había dicho que tenía que hacer una buena largada, y su hombre respondió con eso mismo.
Con su espectacular accidente a 300 kilómetros por hora en Valencia ya en el pasado, Webber nunca dio espacio a Vettel y lo obligó a pisar el borde de la pista para evitar una repetición del vergonzoso choque ocurrido en el premio de Turquía que impidió un “uno-dos” de Red Bull.
No obstante, esa esperanza también se evaporó cuando el piloto Vettel tuvo que ingresar a boxes al final de la primera vuelta por una pinchadura en el neumático trasero derecho de su monoplaza, causada tras un toque con el McLaren de Hamilton.