La libertad es poder cumplir sueños y objetivos. Es poder actuar libremente, decir las cosas y pensar lo que se desee, pero siempre dentro de un marco de respeto. Todas las acciones individuales pueden ser libres y espontáneas, pero deben estar encasilladas dentro de parámetros para toda la sociedad, que debe ser tolerante, flexible y comprensiva.
Particularmente vivo feliz porque puedo gozar de las libertades. Estoy contento porque comparto muchas cosas con mis amigos, familiares, con todas las personas que me rodean. Me siento parte íntegra de la sociedad. La gente debe aprovechar estos espacios de interacción, que por suerte tienen tintes de respeto y consideración.
Nunca tuve problemas o me sentí reprimido, nadie me ha coartado mi libertad para actuar, pensar o decir. La sociedad ecuatoriana sí es permisiva y a la vez tolerante. Eso no quiere decir que alguien deba aprovecharse de esto para faltar el respeto a otras personas. La libertad es parte fundamental del crecimiento de la gente, del ser humano, que debe vivir con alegría y armonía.