Villagómez compite hasta en casa

JULIO ESTRELLA/ EL COMERCIO

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Confiesa que no puede dejar de pensar un momento en los autos. Ni siquiera cuando está en el descanso del hogar, pues ahí tiene un simulador de competencia. Aprovechando esa maquinita, Miguel Villagómez se involucra a diario en competencias con pilotos de todo el mundo con quienes compite en línea, a través de Internet.

El piloto vive para correr, necesita esa adrenalina. Su pasión se ha traducido en resultados: a sus 28 años es el campeón nacional de circuitos y uno de los corredores más respetados en el mundo tuerca.

Pero para alcanzar ese éxito, tuvo que pagar precios muy altos económicos y sentimentales. Sí, sentimentales, pues uno de sus principales adversarios es su hermano mayor, Xavier (31 años), con quien compite de forma permanente.

El automovilismo es una actividad que demanda mucho dinero. Villagómez ha sacado de su propio bolsillo para seguir aprendiendo los secretos de la velocidad. Le confiesa a este Diario que se financió parte de su formación como piloto en Francia, en donde pagó cerca de USD 20 000. Mientras que en Argentina invirtió 80 000.

En sus estadías en los dos países adquirió hábitos que aplica hasta ahora: la vestimenta por ejemplo. Él usa su uniforme de pista de forma impecable, dentro y fuera de la pista.

Entendió que los patrocinadores y el equipo que lo respalda son fundamentales en su carrera paralela.

Actualmente labora en Abro, la misma empresa que es la principal patrocinadora de su escudería.

Dos accidentes en las pistas de competencia

Villagómez, campeón nacional 2011 y 2013, recuerda dos de los accidentes que sufrió en las pistas. Uno de ellos se puede observar en el portal de videos YouTube. A este Diario le mostró en su teléfono iPhone, lo que ocurrió en el 2012 cuando ensayaba para afrontar la competencia de las seis horas de Bogotá.

En las imágenes se mira cómo el piloto se estrella contra un muro de neumáticos, su auto rueda varios metros sin control y queda a medio metro de impactarse de frente con una volqueta. Villagómez aún suspira al revivirlo.

En cambio, el primer percance lo sufrió siete años atrás (2007), cuando corría en Pau, Francia. Allí se dio un choque múltiple, originado por un piloto que se bajó de su vehículo y provocó el accidente de cinco autos más. Era un circuito callejero y eso impidió la visibilidad para el resto. Por suerte, el ecuatoriano salió ileso, pero al percatarse del daño de los carros se concienció sobre la magnitud de lo ocurrido.

Los accidentes asustaron a sus padres, Xavier Villagómez González y Adelaida Vera. Sin embargo, ellos jamás le han pedido que se retire de este deporte, a pesar de sus peligros. Al contrario, lo respaldan. De hecho, su progenitor es un aficionado del mundo tuerca, aunque jamás compitió.

En casa, las conversaciones giran principalmente entorno a este deporte. Muchas veces no tienen otro tema más para hablar. Comparten experiencias e intercambian opiniones sobre la F1, el Mundial de Rally y otras carreras nacionales e internacionales.

Pero lo que más disfruta Miguel, además de su simulador, es enfrentarse con su hermano Xavier en duelos intensos. El que más lo marcó fue el del inicio de la temporada pasada. Ambos lucharon hasta el final de la carrera en el autódromo de Yahuarcocha. Finalmente, el menor de los Villagómez se impuso por apenas dos centésimas de segundo.

Xavier tiene mayor experiencia que Miguel. Él también posee cuatro títulos nacionales. "Los dos somos picados, pero yo soy más que él. No me gusta perder", admitió el menor de la familia, mientras mostraba el vehículo con el que alzó la copa de circuitos del año pasado. Este está en reparación junto con los otros cuatro autos para la temporada 2014.

Esteban Villagómez  
El piloto quiteño ha logrado dos títulos nacionales en 2011 y 2013 y es considerado como uno de los mejores pilotos del país. En su casa tiene un simulador en el cual practica a diario. Tuvo dos accidentes, pero su familia lo impulsa en su pasión por el deporte.

La frase
"El automovilismo en el país no es profesional. Se puede decir que es una competencia entre amigos".

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