Canadá, Alemania y Hungría eran los grandes premios tradicionales que le faltaban ganar a Sebastian Vettel en su meteórica carrera en la Fórmula 1. El domingo tachó de la lista al primero de ellos.
Un segundo puesto en el 2011 había sido el mejor resultado del alemán en la cita norteamericana, cuando cruzó la meta por detrás de Jenson Button y por delante de su compañero Mark Webber.
En aquella ocasión, el triunfo en el circuito Gilles Villeneuve le fue esquivo a pesar de que la abrumadora superioridad mecánica del Red Bull RB7 que conducía le permitió imponerse en 11 de las 19 carreras que componían la temporada.
Aunque el desarrollo de las seis primeras carreras de este año había llevado a pensar en un relativo equilibrio de fuerzas entre Red Bull, Ferrari, Lotus e incluso Mercedes, Canadá mostró a un Vettel tan aplastante como no se lo veía desde hace dos años.
En cuestión de pocas vueltas el piloto alemán había sacado varios segundos de ventaja sobre sus rivales, entre ellos Lewis Hamilton, su inmediato perseguidor. Al mando del Mercedes W04, considerado el monoplaza más veloz en la actualidad, no pudo seguir el ritmo del campeón del mundo.
Por sus características técnicas, el trazado canadiense castiga menos los neumáticos que otras pistas. Eso permitió que más de una escudería apostara por una estrategia de una sola detención en ‘pits’.
No obstante, el extraordinario desempeño del RB9 de Vettel despertó los rumores sobre una posible introducción de mejoras aerodinámicas para esta parte del campeonato.
Dichos comentarios cobraron fuerza a partir de unas declaraciones de Christian Horner, director de Red Bull, en las que restó importancia al desempeño de los neumáticos en la consecución del triunfo y se lo atribuyó a otros elementos.
Las miradas vuelven a apuntar a Adrian Newey, director técnico del equipo, de quien se piensa que encontró una nueva y revolucionaria solución a los problemas.
Con la de Canadá, Sebastian Vettel sumó 29 victorias en la máxima categoría. Con ello quedó a dos de Nigel Mansell y a tres de Fernando Alonso como el quinto y cuarto pilotos más ganadores de la Fórmula 1, respectivamente, récords que podría tumbar este mismo año.
Aunque el piloto español de Ferrari minimizó los daños al llegar segundo, habiendo largado sexto, su desventaja respecto de Vettel se estiró a 36 puntos.
El haberse convertido en escolta del líder del torneo, ante el pobre desempeño de Kimi Raikkonen, no será un gran consuelo mientras Ferrari no mejore el desempeño del auto en clasificación para permitirle pelear con Vettel desde el sábado.
Red Bull, por su parte, sumó 37 victorias en una trayectoria de apenas ocho temporadas. Ese es un palmarés superior al de grandes nombres de este deporte como los de Renault y Mercedes, a los que su más modesta cosecha de éxitos les tomó más tiempo.