Pedro Pablo Velasco desarmó la estrategia de Universidad Católica

Pedro Pablo Velasco (dcha.) celebra su gol ante el ‘Trencito Azul’, con Matías Oyola, capitán de los toreros. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Pedro Pablo Velasco corrió presuroso a la esquina desde donde se ejecutan los tiros libres para celebrar con Matías Oyola. Encontró al capitán de Barcelona a medio camino y lo abrazó para festejar la anotación que ponía a Barcelona, en la final del Campeonato.
Corrían 15 minutos del encuentro y el lateral ya celebraba el gol torero, junto al ‘Pony’ Oyola. La anotación, al final, fue clave porque dio el triunfo a Barcelona, pero sobre todo le permitió al DT Rubén Israel plantear una férrea estrategia defensiva para sostener el partido y ganar el encuentro ante Universidad Católica.
Velasco apareció como un hombre inesperado en el área de Católica, al momento de la conquista. El esmeraldeño, de 21 años, sorprendió a los ‘camarattas’ con su pique y su salto al marcar la anotación.
Ismael Blanco distrajo a los ‘celestes’: se ubicó en el centro del área y atrajo la marca de dos zagueros rivales. Esto permitió a Velasco saltar sin impedimentos para concretar el único tanto del encuentro.
El tanto y el despliegue del carrilero se destacaron en un equipo en el que ayer, domingo 14 de diciembre, no brillaron sus figuras. Blanco no tuvo opciones claras para su letal remate, mientras que el ‘Chivo’ Suárez no llegó con su habitual desborde al área rival.
En este escenario, el gol de Velasco fue valioso para el cuadro visitante. Esto lo aseguró Jorge Célico, el entrenador del ‘Trencito Azul’. “Con el gol, ellos se dedicaron a defenderse (...) Hernán Galíndez apenas intervino en la segunda etapa del encuentro”, se lamentó el estratega de los celestes.
Al final del encuentro, Velasco era uno de los más emocionados por la victoria. “En los entrenamientos siempre voy a cabecear las pelotas paradas. Pude convertir esta vez. Pero faltan las dos finales. Hay que jugarlas hasta la muerte”.
El lateral no se destaca por marcar goles. Esta temporada solo suma dos anotaciones en el Campeonato.
En lo que va del año, acumula 32 partidos jugados con Barcelona. Con esto es el cuarto futbolista con más cotejos en la campaña torera. En esta segunda fase, ha sido uno de los más regulares: acumula 1 761 minutos jugados en 21 partidos con el cuadro canario.
Solo Geovanny Nazareno con 1 877 minutos en 22 cotejos disputados lo supera en esta segunda fase del torneo.
Ambos laterales son claves en el esquema que aplica el entrenador uruguayo Rubén Israel. Para el técnico, los laterales deben ser los principales creadores de juego ofensivo por los costados de la cancha.
Ayer, el carrilero cumplió con el técnico. En el primer tiempo se volcó constantemente al ataque y, en el segundo, plantó dura lucha a las avanzadas de Diego Benítez.
El jugador ‘torero’ aprendió a marcar y desbordar gracias a los consejos de Rubén Darío Insúa, quien lo hizo debutar en la Primera categoría con Deportivo Quito. Esto ocurrió en el 2009, cuando el esmeraldeño tenía 19 años.
El estreno ocurrió en el partido ante Macará de ese año. Desde entonces, el jugador se consolidó como el juvenil del plantel azulgrana.
Luego, se consolidó con Carlos Ischia, quien lo dirigió en el Quito y en Barcelona.
Al club canario llegó la temporada pasada. Este año, quiere ser campeón con el ‘Ídolo’.