Unicef está aprovechando el Mundial de fútbol para promover campañas contra la explotación sexual y laboral infantil en Brasil. Foto: EL COMERCIO
Unicef está aprovechando el Mundial de fútbol para promover campañas contra la explotación sexual y laboral infantil en Brasil, ya que el torneo “es una oportunidad” para impulsar estas acciones, según explicó la jefa del programa de protección de los niños de Unicef, Casimira Benge.
La directiva de Unicef destacó que la campaña está diseñada con base en los “datos de vulnerabilidad” recogidos durante la pasada Copa Confederaciones así como durante diversas ediciones del Carnaval en la que los responsables de la organización han trabajado para obtener esas informaciones preliminares.
Este proyecto, desarrollado en colaboración con la asociación “Save the Dream” (Salva el Sueño), tiene también como objetivo “sensibilizar a los turistas” que se acerquen a Brasil para que sean partícipes de la campaña y ayuden a denunciar posibles casos de explotación infantil.
Además, destacó que desde Unicef no quieren “crear un estigma” sobre los turistas y dijo que “debemos romper el mito de que solo los visitantes” cometen abusos sexuales contra los menores.
Benge aseguró que el proyecto se encuentra “en la primera fase” y señaló que desde el lanzamiento de la aplicación el 18 de mayo han recibido 3 800 denuncias.
Asimismo, subrayó que los peores datos sobre explotación infantil en Brasil son los relacionados con el abuso laboral y no sexual.
“Tenemos que sensibilizar sobre el trabajo infantil, durante la Confederaciones observamos muchas más denuncias -contra el empleo de niños como fuerza de trabajo- que sobre explotación sexual”, dijo.
Preguntada sobre el éxito de un programa que se basa en los teléfonos inteligentes a los que una gran parte de la población brasileña no tiene acceso, Benge recordó que en el país suramericano hay 70 millones de terminales de este tipo.
En cualquier caso recordó que “existen otros mecanismos” para combatir la explotación infantil y los denunciantes pueden dirigirse a los centros habilitados en las doce ciudades sede del Mundial o a cualquier comisaría de policía.