Si el paraíso fuera subterráneo se parecería, en algún punto por lo menos, a las cavernas de Jumandy. Cuando la oscuridad de las cuevas amazónicas da paso a la luz al final del trayecto, una sensación de nostalgia invade a los mojados aventureros.
Inevitablemente dan ganas de regresar por el río subterráneo y sentarse otra vez bajo la cascada o sumergirse nuevamente en uno de los tres pozos de agua que los guías llaman ‘de los deseos’.
Las cavernas de Jumandy están ubicadas en el cantón Archidona, provincia de Napo, a poco más de tres horas de la capital en automóvil. La entrada principal está en el complejo turístico administrado por el Gobierno Provincial, donde hay piscinas y toboganes. Allí, 12 personas de la zona introducen a los turistas en la aventura subterránea.
Grupos de hasta 12 personas, con un guía, ingresan con cautela. Lo hacen con botas de caucho o zapatos ligeros para caminar por el agua y las piedras. Las linternas en la cabeza, que les entregan al inicio, son indispensables porque al interior la luz desaparece por completo.
El trayecto turístico regular dura unos 45 minutos, pero en ese corto período de tiempo los turistas se sumergen en el agua de diferentes maneras.
En una laguna de unos 6 metros se puede cruzar a nado o por la pared, sosteniéndose de una cuerda. También están los tres pozos ‘de los deseos’, uno para la salud, otro para el amor y uno más para el dinero. En la cascada, aunque pequeña, se siente la fuerza incontenible del agua y es en ese momento que incluso se escuchan gritos, risas y hasta plegarias.
En medio de la aventura acuática al interior de la tierra también hay tiempo para las historias. Incluso en la actualidad, chamanes y nativos de la zona realizan ceremonias sagradas para atraer la felicidad, la fertilidad, la fortuna…
Las cavernas fueron también el refugio de Jumandy, legendario cacique de los quijos que ofreció resistencia a los conquistadores españoles en el siglo 16. Sin dudas es un lugar plagado de leyendas; estalactitas y estalagmitas.
Cuando la semana pasada la estudiante de Psicología María José Díaz salió de las cavernas estaba aún conmocionada. Con su grupo de amigos no dejaba de sonreír, pues estaba convencida que el recorrido sería más tranquilo y no el emocionante reto que sorteó empapada.
Selene Baena, su amiga y compañera de estudios en la Universidad Central, también se quedó maravillada. “Fue como regresar a los orígenes. Una fuerza me llamaba y me decía quédate”, dijo cargada de adrenalina la universitaria.
No olvide
- Abierto de lunes a domingo de 08:00 a 17:00.
- Se debe tomar la vía a Baeza. El camino está señalizado.
- Buses Expreso Baños, Baños y Amazonas salen de Quito a Tena. El pasaje cuesta USD 6.
- USD 4 vale ingresar al complejo y el recorrido.
- Lleve traje de baño. Allí alquilan botas de caucho.