El rejoneador lisboeta Diego Ventura cortó dos orejas en el primer festejo de feria en Santander tras una labor efectista ante el quinto, dentro de una corrida condicionada por el mal juego de los toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, en la que sus compañeros Pablo Hermoso de Mendoza y Roberto Armendáriz no brillaron.
Diego Ventura supo leer el estado del público. El nefasto juego de los toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, sin celo alguno, amenazaba con dejar el marcador a cero al final, incluso ante un público dispuesto a ovacionarlo todo.
El rejoneador lisboeta arrimó sus cabalgaduras a los pitones del noble y bobalicón quinto ejemplar, que estuvo a punto de inferir un percance serio a Zeus.
Esto caldeó el ambiente, que fue enardeciéndose tras una buena banderilla al estribo sobre Oro, hasta explosionar con Morante: el équido, tras dos intentos, logró morder el testuz del toro: dos orejas y primera puerta grande de la feria.