El primer torero del momento volvió, venció y convenció. Conquistó su plaza de Acho una vez más en su carrera. EFE
Un retorno esperado por todo el planeta de tauro logró un rotundo triunfo.
El diestro peruano y máxima figura del toreo actual volvió a los ruedos tras una lesión que le apartó a mediados de temporada europea y fue categórico en su triunfo.
Mundotoro publica la siguiente nota: ‘Pareció como si no hubiera pasado el tiempo. La misma condición de figura, ahora aumentada, si cabe. Así regresó a los ruedos Roca Rey este domingo en Acho. Apabullante e incontestable. Dos faenas grandes y dos orejas, que pudieron ser más de no haber marrado con los aceros en el sexto. Puerta Grande en una reaparición soberbia. Sencillamente intratable. No tuvo suerte Ponce con un lote difícil, mientras que Finito dejó destellos de torería en su primero, al que pinchó perdiendo premio.
El tercero humilló en el capote de Roca Rey de salida. Hubo cinco verónicas de buena factura, una chicuelina y una bonita media que despertaron al público. El picador Joseph Rojas dio una sola vara a pedido del matador peruano, tras lo que Roca Rey (se fue a los medios para instrumentar un soberbio quite por chicuelinas, rematado con una revolera. El subalterno Dennis Castillo resbaló y perdió pie cuando el toro se arrancó al ir a poner los palos librándose de milagro de una cogida por un providencial quite de Ponce, que fuertemente ovacionado. Gran tercio de banderillas del propio Castillo y de Ronald Sánchez, que se desmonteraron.
Brindó al público que comenzó la faena. Después, firmó series por ambos pitones y, a pesar de que al toro le faltó algo más de transmisión, el peruano se encargó de ponerlo todo, con técnica, temple y apabullante valor.
Derechazos, naturales, molinetes y cambiados por la espalda con un público enloquecido. Bernadinas finales ceñidísimas ante un público entregado ante un verdadero faenón.
Estoconazo al encuentro que hizo rodar al toro sin puntilla. Retorno apoteósico, cortando las orejas, que paseó entre el clamor del público.
El sexto se revolvió muy pronto y punteó el percal de Roca Rey, que no pudo tener lucimiento. Puyazo breve de Yaco a solicitud de su matador, que se para en los medios para ejecutar un quite por tafalleras y caleserinas que calientan al público. Nada rescatable en banderillas.
Empezó de muleta con pases por alto mirando al tendido apoyado en las tablas con una mano. A pesar de tener la puerta grande asegurada, salió a comerse a su enemigo igualmente. Series de naturales poderosos y el de pecho jaleado por el público.
Parecía que el toro no tendría un pase por el pitón derecho, pero Roca Rey obró la magia logrando series vibrantes, extrayendo los pases de uno en uno. Luego redondos y naturales finales con el mando propio de un privilegiado como él. Lástima de un pinchazo, estocada entera y dos descabellos, que hicieron que todo quedara en ovación.
Enrique Ponce, de plomo y oro; Finito de Córdoba, de negro y azabache; y Roca Rey, de caña y oro. Gran ovación al torero peruano al finalizar el paseíllo en su regreso a los ruedos que compartió con sus compañeros. Se entonó el himno nacional y la plaza rugió de emoción. Casi lleno con un ambientazo en Lima.
Se lidiaron toros de Aníbal Vásquez en sus dos hierros.
Andrés Roca Rey estará haciendo el paseíllo en La Plaza San Isidro Labrador de Latacunga, capital de la provincia del Cotopaxi, el 5 de diciembre en la que se ha convertido en la feria taurina más importante del Ecuador.