Alejandro Talavante y El Fandi, dos estilos frente a frente en un mano a mano excepcional. Foto: EFE
David Fandila, El Fandi, y Alejandro Talavante triunfaron de modo rotundo en Jaén. Los dos diestros estarán en Latacunga para torear los días 28 y 29 de noviembre. El Fandi se presentará en un cartel mixto con el rejoneador Diego Ventura. Talavante hará el paseíllo al día siguiente, con Morante, el 29 de noviembre.
Aplausos informó así del festejo: “El Fandi y Alejandro Talavante han salido a hombros por la puerta grande en el segundo y último festejo de la Feria de San Lucas en Jaén. Tres orejas cortó el granadino por dos del extremeño, si bien ambos pudieron haber logrado algún trofeo más de no ser por la cicatería del palco. Se lidió un encierro de Cuvillo, con varios toros que favorecieron el triunfo de los toreros.
Muy bonito de hechuras el primero, al que El Fandi saludó de manera explosiva con tres largas cambiadas de rodillas, verónicas, chicuelinas y revolera. El granadino realizó un vistoso quite por lopecinas. Ejecutó un espectacular tercio de banderillas, destacando el tercero al violín. Arrancó a buen nivel de rodillas, muy templado, y toreó al de Cuvillo, de gran clase pero justito de fuerzas, muy templado sobre ambas manos y con ligazón.
Los diestros compitieron por chicuelinas Talavante y replicando El Fandi después con chicuelinas de rodillas. Espectáculo del granadino en banderillas, pleno de facultades clavando en todo lo alto hasta cuatro pares, con la plaza puesta en pie. Enorme fue el comienzo de rodillas en el centro del platillo toreando con temple.
Labor completa del torero que cuajó a placer al astado por ambos lados, siempre variado en los remates. Toreó con largura y ligazón. Finalizó con redondos y mató al de Cuvillo -un gran toro para el que llegó a pedirse el indulto- de una soberbia estocada. El Fandi fue premiado con una oreja, pidiéndosele con fuerza la segunda. Hubo bronca al presidente.
Tuvo mucho motor el toro quinto, algo que aprovechó el de Granada para cuajarlo en series que tuvieron emoción, matándolo de estocada entera. Cortó las dos orejas.
El segundo fue un toro de gran nobleza. Talavante lo toreó a placer con capote y muleta. Hubo estética y verticalidad en los naturales y torerísimos cambios de mano y los remates por bajo. Una oreja. Petición en el cuarto, y al sexto lo recibió con excelente saludo capotero, con verónicas muy templadas y despaciosas, ejecutó muleta en mano una labor seria y con importantes momentos sobre ambos lados. Oreja”.