El título de Delfín costó USD 4,5 millones

Roberto Ordóñez (der.) fue un delantero importante en la campaña de Delfín. A la izq., Franklin Guerra, de LDU. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Roberto Ordóñez (der.) fue un delantero importante en la campaña de Delfín. A la izq., Franklin Guerra, de LDU. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Roberto Ordóñez (der.) fue un delantero importante en la campaña de Delfín. A la izq., Franklin Guerra, de LDU. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El entrenador Fabián Bustos evitó que los jugadores del Delfín se sintieran ganadores o favoritos en las instancias decisivas.

Preocupado porque se mantuvieran tranquilos, el estratega argentino se fijó hasta en los pequeños detalles -desde la hora de llegada a los entrenamientos hasta el análisis de los rivales- para construir un equipo campeón este año.

Así, bajo su tutela, Delfín alcanzó su primer título de Serie A, en un hecho inédito para Manabí. Ningún club de esa provincia había alcanzado el máximo trofeo del fútbol ecuatoriano.

El cuadro cetáceo, que preside José Delgado, arrancó la temporada como uno de los planteles que ofrecerían pelea esta temporada, pese a que se desprendió de su figura: Andrés Chicaiza.

Sin embargo, fichó al argentino Sergio López, que se volvió en uno de los baluartes de la campaña. Se sumaron a él jugadores como Robert Burbano y Édison Caicedo.

Adelante no hubo cambios y se mantuvo la dupla efectiva: el capitán Carlos Garcés y Roberto ‘La Tuka’ Ordóñez, quienes marcaron, entre ambos, el 50% de los goles del 2019.

Con ellos, el cuadro cetáceo llegó a derrotar a los poderosos Barcelona, Emelec y Liga, durante la fase del todos contra todos. Terminó en cuarto lugar con 53 puntos de los 90 que d­isputó en las 30 fechas.

La ‘U’ fue su más duro contendor este año. Los albos le arrebataron la Copa Ecuador y los cetáceos se propusieron mejorar su rendimiento y encontraron la revancha en las finales por el título nacional. En esos duelos, los manabitas lanzaron sus dardos sobre el arbitraje. “Nosotros tenemos fútbol, pero los árbitros siempre influyen”, dijo el lateral Pedro Pablo Perlaza, tras la ­Copa Ecuador.

Pasado el trago amargo, Bustos instruyó a sus dirigidos en que jamás ofrecieran declaraciones sintiéndose ganadores, pero en la intimidad reforzó el discurso de que podían pelear “de igual a igual”, pese a las diferencias económicas.

Los albos disputaron la temporada con un presupuesto de USD 20 millones, mientras que los manabitas plantearon una inversión de USD 4,5.

En la fase de los ‘playoffs’, Delfín tumbó a Independiente del Valle (campeón de la Copa Sudamericana) y a Macará (que fue líder sólido durante la primera etapa del Campeonato). El DT hizo análisis minuciosos de sus adversarios para contrarrestar su juego. 

Así, Delgado considera un éxito la gestión de esta temporada, que logró ascender en el 2015 a la Serie A. Pudo salvar la categoría en el 2016 y, al año siguiente, llegó a disputar la final del torneo, perdida finalmen­te ante Emelec.

Contra LDU, en su segunda final de la Serie A, el plantel mostró su mejor versión: equipo ordenado y aguerrido en la defensa y poderoso en la ofensiva con sus dos corpulentos atacantes.

Delfín celebra el trofeo, pero ahora tendrá un nuevo reto al ser el representante número uno de Ecuador en la Copa ­Libertadores de América.
Tiene previsto empezar una nueva etapa sin el líder de su proyecto deportivo, Bustos, quien sería presentado en Barcelona esta semana.

‘El Toro’ dejó armada una estructura para su sucesor, con un esquema tradicional de 4-4-2, seguro en la zaga con Williams Riveros y letal adelante con Garcés y Ordóñez.

En esta semana se podría confirmar la salida de otros jugadores. Robert Burbano, que se destacó en los partidos de los ‘playoffs’, retornará a Emelec, el club que tiene sus derechos deportivos.

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