Sin quererlo, por desconocimiento o por descuido, los mismos dueños son los principales enemigos de sus bicicletas. Un error que se comete regularmente es guardar durante semanas la bici y, sin siquiera pasar un trapo para limpiarle el polvo, sacarla a rodar.
Al igual que cualquier máquina, la bicicleta necesita un mantenimiento regular. La cadena, los frenos, las llantas deben estar en buen estado. La cadena es fundamental para el buen funcionamiento y por ello debe estar limpia, sin polvo y lubricada.
Los aceites que venden en las ferreterías, aquellos que sirven para disminuir el sonido de las bisagras de las puertas de los armarios, no son recomendables para una bicicleta. Así lo asegura Emilio Andrade, mecánico de Mega Top Bike.
Los aceites e incluso la grasa pasaron de moda para el mantenimiento porque tienden a acumular la suciedad, según el mecánico de 31 años. Andrade ha arreglado miles de estos vehículos desde que se dedica a esta actividad. No tiene con exactitud el número pero llega a las 10 o las 20, en temporada alta, por semana.
El peligro con una cadena sucia radica en que puede romperse con más facilidad. Si esto ocurre en el momento de pedalear, puede provocar que el ciclista pierda el equilibrio.
En lugar de la grasa, en ese local de ciclismo utilizan un lubricante con silicón. Estos productos, a la venta en tiendas especializadas por toda la ciudad, mantienen por más tiempo la cadena con la cantidad de producto adecuado.
Andrade recomienda un ABC completo, como se le conoce al mantenimiento de una bicicleta. Esto es indispensable hacerlo cada tres meses. Y es preferible lavar y engrasar todas las piezas, menos la suspensión. Así, los mecánicos, incluso, pueden observar si alguna pieza necesita ser reemplazada.
Este tipo de mantenimientos se deben realizar cuando el vehículo de dos ruedas no se ha utilizado por un largo tiempo.
Si no se ha podido mandar la bicicleta al taller también se puede dar mantenimiento en casa. Aquí los ‘tips’ son usar un trapo húmedo para quitar el polvo. La cadena se puede lavar con un desengrasante o con un poco de agua, detergente y un cepillo.
Se puede utilizar también una brocha. Aquí lo importante es no usar agua bajo presión. Si el chorro es muy fuerte, el agua puede ingresar en el interior de piezas que contienen rulemanes y eso es perjudicial.
Las recomendaciones
Por eso también, jamás se debe mandar la bicicleta a lavar en el autolavado. Una vez quitada la suciedad de la cadena, se debe enjuagar.
Los discos de los frenos se pueden limpiar con un poco de alcohol; los aros, cuando se utilizan los frenos tipo ‘v-brake’, también quedan limpios con un poco de alcohol.
Limpiar la bicicleta es necesario, sobre todo, después de haber recorrido caminos con lodo y polvo.
Antes de salir es obligatorio controlar las llantas. Los neumáticos deben ser inflados con la presión de aire recomendada, que está impresa a un costado de la llanta. Para esto, también hay bombas caseras que tienen incorporado un medidor de presión que permite controlar el nivel del aire.
No olvide
No salga sin el casco porque este le hace más visible para peatones y autos.
El ciclista debe respetar las leyes de tránsito. En la calle no ir en contravía.
Es básico que el ciclista vaya por el carril derecho de una vía.
En tiendas de ciclismo dan talleres de mecánica básica.
3 horas es el promedio que se toma un mecánico para arreglar una bicicleta.