Patricia Estrada de Saona, la exdirigente de Emelec, recibió a Enner Valencia cuando llegó al club. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Patricia Estrada recibió a Énner Valencia en Emelec, cuando el jugador tenía 16 años. El delantero llegó a la concentración del equipo, en Guayaquil, desde su natal Esmeraldas, de la mano del entrenador Pedro ‘Papi’ Perlaza.
Valencia llegó junto a cuatro jugadores, pero solo él logró debutar en Primera.
Estrada, quien era colaboradora de las inferiores del club, lo recuerda como un joven introvertido. “Siempre fue un buen muchacho, pero cuando tienes adolescentes como él a tu cargo debes lidiar con sus costumbres, guiarlos y terminar de criarlos”, cuenta la guayaquileña.
Énner y los juveniles de entonces le llamaban ‘Madrina’.En esa época, el talento empezó a vivir -junto a otros chicos- en una improvisada concentración que armaron los dirigentes de las formativas en el estadio Capwell.
‘Superman’, como es conocido el seleccionado, no tenía dinero para alquilar un departamento. Su cuarto estaba en el edificio del estadio, ubicado en la calle General Gómez.
La guayaquileña cuenta que Valencia era un adolescente reservado y poco participativo en las conversaciones grupales. Sin embargo, a la hora de salir a la cancha, era activo. Siempre buscaba el arco rival con velocidad.
Ella también lo ayudaba para que mejorara su nivel. Para ello, ubicaba una camiseta en el ángulo superior de un arco con el propósito de que el delantero tumbara la ‘casaca’ con sus remates.
Además, le indicaba cómo inclinar el cuerpo y con que parte del pie debía pegarle al balón. Ella sabía de estos ‘trucos’ por la cantidad de jugadores que tuvo bajo su cuidado.
“En Guayaquil, Énner aguantó más de las verdes que de las maduras”, dice la ‘Madrina’. Recuerda que él no tenía familiares en la ciudad y se comunicaba muy pocas veces con ellos.
La ausencia de uniformes, falta de dinero para pasajes y viajes incómodos fueron otras adversidades que Valencia sorteó.
Cuando Estrada salió de la directiva de Emelec, la situación empeoró para el jugador. Juan Lara, actual capitán de River Ecuador y quien era compañero de Énner en esos años, cuenta que ellos se trasladaron a un complejo en el norte de Guayaquil.
Ahí, se hospedaban en una oficina pequeña y dormían en colchones. Cuando había lluvia, el agua se metía en el lugar. Por ello, ambos debían levantar los colchones.
Según Lara, solo recibían USD 2 diarios para sus almuerzos. Cuando no tenían dinero, probaban mangos que tumbaban de los árboles.
“Yo tenía a mi esposa y mi hijo estaba por nacer. Pero él estaba solo”, recuerda el futbolista, que en el 2010 fue al Rocafuerte. Ese año Valencia debutó en Primera, con el DT Jorge Sampaoli.
Valencia no olvidó a Estrada y Lara. A ella la visitó tras de su debut y le regaló una camiseta del ‘Bombillo’.