Los jugadores Yerri Mina(izq.) y Baldomero Perlaza (centro) del Independiente Santa Fe de Colombia disputan el balón con Luis Miño del Sportivo Luqueño de Paraguay en el estadio Feliciano Cáceres en Luque (Paraguay). Foto: Andrés Cristaldo Benítez / EFE
El Sportivo Luqueño paraguayo y el Independiente Santa Fe colombiano empataron 1-1 en Luque, la noche del 4 de noviembre del 2015, en el encuentro de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana que pondrá al ganador de esta serie en la lucha por el título con el mejor del pulso entre los argentinos River Plate y Huracán.
El partido de vuelta entre el equipo colombiano y el paraguayo se jugará el 25 de noviembre en el estadio El Campín, de Bogotá.
Los de Luque, invictos en la Sudamericana, se pusieron en ventaja con un tanto de Guido Di Vanni, el cuarto de su cuenta personal, que hizo estallar la cancha del Feliciano Cáceres.
Al gol le siguieron otros intentos sin éxito del conjunto auriazul: un disparo de Enrique Meza que se estrelló contra el travesaño y un remate de Roberto Aldama que se quedó en el intento casi a final del primer tiempo.
Los colombianos buscaron el gol desde el primer minuto, aunque les faltó acierto, especialmente una jugada frente al arco que terminó con un remate de Roa por encima del horizontal.
En la segunda parte, el Sportivo Luqueño salió a administrar la ventaja pero no contaba con el as que el entrenador uruguayo Gerardo Pelusso tenía en el banco: el mediapunta Baldomero Perlaza, de 23 años.
Ingresó en la cancha del estadio Feliciano Cáceres a los 58 minutos en sustitución del mediocentro Sebastián Salazar y dos minutos después fijó el empate con un venenoso remate de media distancia que dejó sin opciones al portero Jorge Chena.
A partir de ahí el partido ganó en emociones porque se tornó abierto y de tránsito continua frente a las porterías.
El corpulento central Leguizamón se tornó el arma más incisiva del Sportivo Luqueño, y el delantero Wilson Morelo lo fue para el Santa Fe.