El squash ayuda a liberar adrenalina
En las canchas públicas de La Vicentina, frente al Rumiñahui. Álvaro Alzate (der.), practica con Mireya Espinosa (centro) y Paola Frixone.
El squash pone a prueba los reflejos y la velocidad del deportista. Con unos cuantos minutos de práctica, quien lo juega empieza a sudar y a trabajar todos los músculos, porque se tiene que correr de un lado para otro en una cancha.
Por eso su práctica es recomendada para personas que quieran disminuir los efectos negativos del estrés. “La gente se olvida de sus problemas porque se requiere mucha concentración”, explica Álvaro Alzate, entrenador de la selección provincial de squash.Y no solo eso. Según Alzate, al jugar squash se queman más calorías que en otras disciplinas deportivas, porque se está en constante movimiento. “Hay estudios que dicen que en 45 minutos de juego moderado se pierden 2 600 calorías”, dice Alzate.
Estos beneficios son confirmados por Julio César Yépez, entrenador titulado en Cuba. Él dice que “la intensidad del juego es alta, tomando en cuenta que se pone a prueba la resistencia física y los reflejos. Cuando se ejercita en espacios pequeños y con alta intensidad, el esfuerzo es mayor”, asegura Yépez.
Y precisamente por la intensidad que se puede alcanzar al jugar squash, tanto Alzate como Yépez consideran indispensable un chequeo médico antes de iniciar este deporte.
En Quito hay canchas públicas y privadas (ver la guía) que ofrecen cursos de iniciación para niños y adultos. En las públicas, los niños hasta 11 años pueden aprender gratuitamente.
Implementos
Zapatos para squash. Tienen un refuerzo especia l en la parte del talón, para evitar lesiones. Estos se pueden conseguir en las tiendas deportivas.
Las gafas de protección son indispensables, sobre todo para los principiantes. El uso de estas es obligatorio en los torneos oficiales.
Las pelotas son de caucho y cuando se calientan rebotan más. Hay lentas, medias y rápidas, según las necesidades del deportista.
Las raquetas de squash son más pequeñas y livianas que las de tenis. Para principiantes se recomienda las que pesen entre 130 y 145 gramos.