Los Spurs ganaron a los Golden State y demostraron que Curry es humano

Stephen Curry  de los Golden States Warriors busca anotar ante la marca de dos jugadores de los  San Antonio Spurs en el AT&T Center el 19 de marzo del 2016 en la NBA. Foto: Ronald Cortes/AFP

Stephen Curry de los Golden States Warriors busca anotar ante la marca de dos jugadores de los San Antonio Spurs en el AT&T Center el 19 de marzo del 2016 en la NBA. Foto: Ronald Cortes/AFP

Stephen Curry de los Golden States Warriors busca anotar ante la marca de dos jugadores de los San Antonio Spurs en el AT&T Center el 19 de marzo del 2016 en la NBA. Foto: Ronald Cortes/AFP

Los San Antonio Spurs mantuvieron su condición de invictos como local esta temporada al vencer por 87-79 a los Golden State Warriors en un partido cuya defensa mostró que Stephen Curry es humano.

El encuentro reunió en la noche del sábado a dos equipos con apenas 16 derrotas conjuntamente. Nunca antes a estas alturas de la temporada en la NBA se habían medido dos rivales con tan pequeña cifra de derrotas. Pero la realidad es que el encuentro decepcionó, vista su calidad, aunque la emoción compensó.

Las defensas se impusieron claramente a los ataques y un jugador destacó por encima de todos. Fue LaMarcus Aldridge, quien lideró a los Spurs (59-10) con 26 puntos y 13 rebotes.  Su compañero Kawhi Leonard añadió 18 tantos y 14 rebotes.

El equipo de San Antonio consiguió aumentar a 44 victorias consecutivas su récord como local, incluyendo 35 triunfos en esta temporada. El partido no se pareció en nada al disputado el 25 enero, cuando los Warriors ganaron por 120-90 después de una espectacular exhibición. Entonces, Aldridge apenas sumó cinco puntos con dos canastas en nueve intentos. El sábado anotó 11 de sus 25 lanzamientos, incluyendo tres en los últimos instantes del duelo. "A principios de año estaba intentando encontrar mi sitio y ahora estoy jugando con más confianza", explicó el ala-pívot tras la victoria. Todavía más importante fue la defensa de los Spurs. Demostraron que los Warriors se pueden frenar, incluyendo a Curry.

Su técnico, Gregg Popovich, diseñó un entramado indescifrable para los actuales campeones, que sucumbieron ante su sistema de ayudas y la magnífica defensa del triple. Curry, el MVP de la NBA que lidera la clasificación de anotadores con 30,5 puntos, apenas logró 14 después de una pobre serie de cuatro canastas en 18 intentos. Sólo anotó un triple en 12 lanzamientos y ninguna canasta en el último cuarto. Lo nunca visto esta temporada.

"Estuvimos oxidados en ataque y nunca me sentí cómodo durante todo el partido", reconoció la estrella de los Warriors (62-7), que vieron cortada su racha de siete victorias consecutivas. "Erró algunos lanzamientos que normalmente anota, pero también es cierto que muchas veces tiró forzadamente. Deberíamos haberle facilitado las cosas para que pudiera tirar mejor", analizó Steve Kerr, el entrenador de los Warriors. Klay Thompson tampoco tuvo su noche y concluyó con 15 puntos después de una serie de siete canastas en 20 intentos.

Una canasta suya puso a los Warriors con ventaja 69-67 a 9:05, pero dos aciertos consecutivos de Aldridge y Boris Diaw dieron de nuevo la ventaja a unos Spurs que ya liderarían el marcador hasta el final. Los Warriors no anotaron ninguno de sus seis últimos lanzamientos, algo sorprendente si se tiene en cuenta que tienen un equipo lleno de jugadores que suelen sentirse cómodos en las situaciones definitivas de partido. De nuevo, la defensa de Spurs los superó. San Antonio no es lugar propicio para los Warriors, que no ganan allí en temporada regular desde el 14 de febrero de 1997. Es decir, acumulan 33 derrotas consecutivas en la cancha de los Spurs. "No fue nuestra noche. Los Spurs jugaron un gran partido y merecieron ganar", concluyó Kerr. Los locales dejaron a Warriors con su anotación más baja en un partido de la presente temporada. Y lo ue uizá sea más importante: demostraron que tienen la fórmula para intentar frenar al actual campeón y a Curry.

Suplementos digitales