Es un partido que merece más gente de la que habitualmente tiene. Desde el año pasado, el duelo entre Universidad Católica e Independiente es una garantía de buen fútbol, un espectáculo recomendado.
En el primer duelo de ambos en esta temporada, aquellas promesas volvieron a ser ciertas, aunque solo 1 000 personas pudieron disfrutar de este partido en el Atahualpa.
“Siempre que jugamos con Independiente salen buenos clásicos, partidos intensos”, decía el jueves el técnico de Católica, Jorge Célico.
Las proyecciones del técnico se cumplieron. El balón iba y venía por el mediocampo, convertido más que nunca en este duelo en una zona de transición . Tanto Célico como Pablo Repetto, DT de Independiente (sigue sin dirigir desde la zona técnica por sanción) tienen como filosofía el atacar continuamente, el buscar el arco contrario con cinco o seis jugadores, aunque a veces esa estrategia genere descompensaciones en el sector defensivo.
Católica sufrió mucho en la zaga. Por largos tramos lució como un equipo descompensando: contundente en ataque, pero flojo en la parte posterior.
El ‘Trencito’ es un equipo que juega de memoria. La base del equipo lleva tres años actuando juntos y cada uno conoce su rol y la idea de su DT. Facundo Martínez es el alma del equipo. El argentino es el líder en el camerino y en la cancha es el jugador más destacado.
Martínez juega por delante de la defensa y desde ahí reparte balones al mejor ubicado. Ayer desde su posición se cansó de generar inmejorables situaciones de gol para Diego Benítez y Armando Wila.
Pero Independiente también es un equipo con un libreto claro y que cuenta con jugadores que han crecido juntos, que se conocen de memoria. Pese a ello, la siempre efectiva sociedad entre Júnior Sornoza y Fernando Guerrero no funcionó en el Atahualpa. De hecho, el primer gol del equipo no llegó por una jugada elaborada, sino luego de un lanzamiento de esquina y la definición de Luis ‘Cunti’ Caicedo.
Pero antes de que los ‘rayados’ puedan administrar su ganancia, Católica echó mano de su capitán Martínez quien marcó un golazo.
Entonces, el buen partido se convirtió en un gran espectáculo, con dos equipos que aceleraron al máximo y que concretaban la mayor cantidad de acciones ofensivas posibles.
El trámite del cotejo siempre fue impredecible. Si bien la Católica tenía más posesión de balón, Independiente aprovechaba la velocidad de sus atacantes para contragolpear y dejar en evidencia la falta de anticipación de futbolistas como Andrés ‘Belleza’ Mendoza.
El fútbol es un juego de estrategias en el cual hay que aprovechar las deficiencias del contrario. Si Independiente lastimaba por el lado de Mendoza, Católica recargaba su juego por el lateral derecho Christian Núñez, a quien Diego Benítez bailó siempre y por ello fue reemplazado.
A nueve minutos del final del partido, el ‘Trencito’ golpeó por última vez con Elvis Patta. En el último minuto hasta Librado Azcona, el arquero visitante buscaba en el área empatar. Los dos equipos honraron al fútbol con su juego.
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