La libertad es la manera que tenemos todas las personas de respetar las opiniones de los demás.
Por ejemplo, en un equipo de baloncesto, cuando necesitamos hacer variantes en el partido, también les pregunto a las jugadoras qué creen ellas que deberíamos hacer para mejorar. Las escucho a todas. Luego, dependiendo del partido, elijo la mejor opción para el equipo. Lo importantes es que mis jugadoras saben que las escucho y que su opinión es importante. Eso es un ejemplo de respetar a los demás.
Vivo mi libertad al respetar a mi familia, a mi trabajo y a mis deportistas.
Tengo libertad porque mi familia entiende mi trabajo y respeta mi profesión.
Soy libre de enseñar a quien yo quiera. Pero también tengo la responsabilidad de guiar a quienes estoy formando. Trato de motivar a mis jugadoras para que mejoren en lo técnico pero, sobre todo, para que sean mejores personas.
Siento libertad cuando respeto a mis deportistas. También, cuando siento que me consideran a mí.