La tenista estadounidense Serena Williams durante uno de sus compromisos del US Open. Foto: Dino García / Archivo / EL COMERCIO
El retorno de Serena Williams a las pistas de tenis, después de caer eliminada en cuartos de final del Abierto de Australia el pasado mes de enero, prometía una buena actuación en Indian Wells, pero los problemas de salud han obligado a la estadounidense a retirarse en el desierto californiano.
La ganadora de 23 títulos de Grand Slam, que derrotó en la ronda anterior a la bielorrusa Victoria Azarenka en un intenso partido por 7-5 y 6-3, tuvo que abandonar contra la española Garbiñe Muguruza, actualmente vigésima en el ránking WTA, por problemas de respiración en el segundo set.
“Antes del partido no me sentía bien, luego empeoraba con cada segundo; mareo y fatiga extrema”, dijo Williams después del partido.
También Garbiñe se dio cuenta de que “algo pasaba” al final del primer set.
“Me imagino que no se sentía muy bien. Pero creo que Serena comenzó muy agresiva desde el principio con su saque, con sus tiros, siendo muy dominante” dijo Muguruza, que se medirá en octavos de final a la belga Kiki Bertens.
No es la primera que la ex número uno del mundo sufre problemas de este tipo. Ya en marzo de 2011 la tenista americana de 37 años tuvo que someterse a un tratamiento de emergencia al detectar un coágulo de sangre en uno de sus pulmones que le provocó una embolia pulmonar.
Tres meses después, en junio del mismo año, Serena regresó a las pistas en el torneo de Eastbourne (Inglaterra) después de haber estado casi un año apartada del mundo tenis.
“Muchas personas mueren por esta causa al no detectarlo a tiempo. Podría haber pasado algo realmente malo y posiblemente el final de mi carrera. Gracias a Dios llegué a tiempo” dijo entonces la tenista en su regreso tras superar sus problemas pulmonares.
Pero en 2018, la propia Serena Williams volvió a confesar que tuvo “varios coágulos de sangre en los pulmones” después de dar a luz a su hija en septiembre de 2017. Un parto que estuvo lleno de complicaciones, ya que según explicó la propia tenista “tuvo que someterse a una cesárea de urgencia”.
Ya en casa descubrieron los pequeños coágulos que le provocaron una fuerte tos y le obligaron a permanecer en cama ‘más tiempo del habitual’.
Quien sí continúa compitiendo en Indian Wells es su hermana, Venus Williams, que se enfrentará este lunes a su compatriota Christina McHale en la tercera ronda del torneo. La mayor de las Williams, a la que se le diagnosticó el síndrome ‘Sjögren’ en 2011, remontó un partido muy igualado contra la checa Petra Kvitova (tercera del ránking WTA) en la segunda ronda de Indian Wells.
Un torneo en el que las hermanas más laureadas del tenis estadounidense estuvieron 14 años sin participar, después de los abucheos que sufrió Serena en la final de 2001 ante Kim Clijster. En 2015 regresó la pequeña de las Williams y un año después lo haría Venus.
“Indian Wells fue un momento crucial de mi historia y me siento parte de la historia del torneo también” añadía Serena en su regreso a un Masters en el que ahora las hermanas Williams afirman sentirse ‘como en casa’, pero en la que solo resiste Venus.