Jugadores de la selección nacional de Palestina durante una sesión de entrenamiento en Sharjah, al noreste de Dubai, en la víspera de la Copa de Asia 2019. Foto: AFP
En su segunda participación en la Copa de Asia de fútbol, Palestina se apoyará en jugadores nacidos lejos de Ramala, con cuatro nacidos en Chile en sus filas, para intentar dar la sorpresa, en el torneo que se disputa desde este sábado en los Emiratos Árabes Unidos.
Hace cuatro años, en su primera Copa de Asia, la competición equivalente en su continente a la Eurocopa o la Copa América, Palestina perdió sus tres partidos de la fase de grupos, consiguiendo un único gol, por once recibidos.
Esta vez, el equipo llega con ilusiones renovadas, confiando en varios jugadores procedentes de la diáspora: cinco millones de palestinos viven en la franja de Gaza y en Cisjordania, pero unos seis millones están repartidos por otros lugares del mundo.
Con el argelino Nourredine Ould Ali como entrenador, Palestina ha reunido un grupo en el que figuran especialmente cuatro futbolistas nacidos en Chile: Alexis Norambuena, Yashir Islame Pinto, Jonathan Cantillana y Pablo Tamburrini.
“El fútbol es un medio para dar alegría a la gente, de representarles en esta Copa, que es importante para el país”, estima el defensa Alexis Norambuena, nacido hace 34 años en Santiago.
En los vestuarios y en el campo, los jugadores pasan de una lengua a otra para poder comunicarse, sin perder de vista el objetivo común: “Representar a los palestinos y darles mucha alegría, para que la gente pueda disfrutar un poco”, subraya Norambuena.
El llamamiento a los jugadores con doble nacionalidad es también una manera, según los palestinos, de esquivar las restricciones israelíes a la libertad de movimiento de los jugadores de Cisjordania, de Gaza o de Jerusalén.
En la anterior edición de la Copa de Asia, en 2015, Jaka Ihbeisheh, nacido en Liubliana (Eslovenia), fue el autor del único gol de Palestina.
Un argentino, Daniel Mustafá, entró en la convocatoria palestina para la edición de este 2019.
Más allá de Chile y Argentina, otros jugadores del plantel actual están jugando en distintos lugares (Malta, Egipto o Suecia).
“Más fuerte que antes”
En Cisjordania, a los amantes del fútbol les encantaría ver llegar a su selección a lo más alto.
“El equipo representa a un país en un momento en el que todavía vivimos bajo una ocupación”, explica Sameh Sheikha, jugador de la segunda división, a la AFP . “Esperamos que el equipo obtenga buenos resultados esta vez, ya que es más fuerte que antes”, subraya.
Hay motivos para la esperanza: Palestina batió a Bután por 2-0 y luego por 10-0 en las eliminatorias. Desde el año 2017, Palestina está dentro del ‘Top 100’ de la clasificación de la FIFA y a principios de este 2018 alcanzó su récord, un 73º lugar, antes de caer al 99º que ocupa actualmente.
“Creo que nos hemos preparado bien. Vamos a intentar dar la sorpresa, a sorprenderles con el entrenamiento que hemos recibido”, revela Cantillana.
En la fase de grupos, los palestinos tendrán un reto complicado, teniendo que jugar contra Australia -defensora del título-. Los otros dos integrantes de la llave, Siria (74ª del ránking FIFA) y Jordania (109ª) parecen más a su alcance.
Los dos primeros de cada grupo, así como los cuatro mejores terceros de los seis grupos, se clasifican para los octavos de final de la competición, cuya final tendrá lugar en Abu Dabi el 1 de febrero.
Australia, Japón, Corea del Sur o Irán figuran como grandes favoritos, ¿pero habrá espacio para una sorpresa histórica de parte de Palestina?