Sebastián Guayasamín estuvo en Continental Tire de Cuenca, uno de sus auspiciantes. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Sebastián Guayasamín planea, en el 2020, ubicarse entre los 20 mejores del Rally Dakar. El próximo año, en su segunda participación, el reto es cubrir las 14 etapas establecidas. La competencia será del 3 al 17 de enero en los escenarios de Argentina, Chile y Bolivia.
El piloto quiteño se estrenó, en enero pasado, en el certamen mundial y lo hizo con su compatriota Óscar Carreño (copiloto).
Ahora tendrá como navegante al argentino Mauro Lipez. El dúo ecuatoriano-argentino aparece con el número 395 en la lista de inscritos en la edición 37 del Dakar.
Guayasamín aprovechará la experiencia adquirida en los áridos parajes de Argentina y Chile. En su debut se quedó fuera de competencia en la quinta etapa. Por ello, para el único representante de Ecuador es una suerte de revancha.
El mensaje de su participación en el Dakar 2014 se resume en que no es tan importante la velocidad sino la supervivencia”. Él hace una analogía con la Vuelta Automovilística al Ecuador que se corrió el mes pasado. “En una semana los pilotos recorrieron 700 kilómetros, esa distancia nosotros la cubrimos en un día”.
Por ello, su plan de trabajo es exigente. Seis días a la semana se dedica a la preparación física, tres veces por semana visita al psicólogo. También sigue instrucciones específicas respecto a su alimentación. Él reconoce que toda la preparación se complementa con la disponibilidad de un buen auto.
En su criterio, “en el estreno pagamos piso”. Con el propósito de potenciar al equipo se contrató a Lipez, de 43 años, un navegante experimentado. “Ha sido seis años copiloto de equipos italianos, españoles y argentinos”. Su vinculación se produjo tras la búsqueda de navegantes en Italia y Francia.
Otro aspecto que pesó para la contratación de Lipez es la importancia de contar con un lugar para llegar en Argentina. En ese país, cada año, se realizan siete competencias y el corredor ecuatoriano suele asistir a todas. “Para las carreras llevo cuatro mecánicos de Ecuador y allá tengo tres”.
El presupuesto anual se aproxima a USD 400 000. Con ese monto corre el Dakar, el campeonato argentino y otras pruebas internacionales. Entre los principales auspiciantes están el Ministerio del Deporte, el Ministerio de Transporte, la aerolínea Tame y algunas empresas privadas como Continental Tire Andina.
Guayasamín es uno de los 680 pilotos de 53 países inscritos para el Rally Dakar 2015. Él y su copiloto correrán en la categoría T1 (prototipos modificados), en un Toyota modelo Fortuner. Las llantas, los lubricantes y la batería son de fabricación ecuatoriana.
En cada etapa del Dakar se trata de sobrevivir, insiste el corredor de 34 años. “Se corre contra el viento, contra el clima, las altas temperaturas e incluso contra los camiones pesados que aparecen en la propia ruta”. Él viajó el martes pasado a Argentina para entrenarse por seis días en los desiertos de ese país, con Lipez.
Luego viajará a Estados Unidos para comprar los trajes y unas piezas para el vehículo. Después retornará a Argentina para la competencia. Guayasamín, antes del viaje, brindó una rueda de prensa en Cuenca. Los directivos de Continental Tire, auspiciante del piloto, le desearon éxito en el Dakar.