Sebastián Castella cortó la única oreja en una larga corrida en Cali

Andrés Roca Rey lidia el toro Temerito, de la ganadería Juan Bernardo Caicedo.Foto: EFE

Andrés Roca Rey lidia el toro Temerito, de la ganadería Juan Bernardo Caicedo.Foto: EFE

Sebastián Castella lidia el toro Lusionario de la ganadería Juan Bernardo Caicedo. Foto: Ernesto Guzman Jr / EFE

Con nueve toros que saltaron al ruedo, con una actitud de entrega y torería de la terna y una solitaria oreja para el diestro francés Sebastián Castella se saldó la segunda tarde del abono caleño 2018, en medio de una gran expectativa. Enrique Ponce reportó una extraña lesión y se cayó del cartel, fue sustituido por Castella.

Con tres cuartos de entrada se lidió un encierro de Juan Bernardo Caicedo, de buen trapío pero sin fondo, ya que pese a los momentos de calidad que entregaron algunas de las reses varias sacaron resabios o se rajaron y apagaron pronto. Por el contrario de ello los tres toreros dieron una tarde de entrega con pasajes de arte, valor y torería plenos.

Sebastián Castella recibió con la capa a pies juntos a su toro y quitó luego por chicuelinas, con la muleta inició por alto y el toro acusó falta de fuerza y luego toreó por derechazos, el toro trompica y se pasa la flámula a la izquierda en tres ensayos de dos naturales y el toro se raja en tres ocasiones pero el diestro pone aguante y arranca una serie más por la derecha de gracia torera. Estocada caída y entera y pitos en el arrastre al toro.

Excelentes y suaves los lances a la verónica del torero francés al cuarto de la tarde para construir un trasteo de muleta de entrega, arte y quietud que el público justipreció. Pródiga faena sobre ambas manos con momentos vibrantes por el pitón derecho, evitando que el toro se raje y una enjundiosa tanda al natural, logrando los pasajes más conjuntados de la tarde. Tres cuartos de espada en buen sitio y fuerte petición y oreja merecida que paseó por el redondel entre fuertes aplausos.

Castella lidió sin éxito a un toro que salió en octavo lugar que cabeceó y sacó resabios desde las primeras de cambio donde destacó la porfía del diestro galo. Tres cuartos de estocada tendida y dos descabellos. Pitos al toro en el arrastre.

El torero colombiano Luis Miguel Castrillón salió decidido a triunfar y recibió a su primero con dos largas cambiadas, verónicas y chicuelinas de empaque y buena factura y quite por chicuelinas rematadas con una media de rodillas que hicieron estallar al toro.

Tras una excelente cobertura del segundo tercio de Ricardo Santana, el torero inició en tablas, tomado del estribo y luego dejó dos series de derechazos templados pero sin ajuste, aguantó por ambos pitones pese a que el toro sacó complicaciones en una faena limpia que no remató con la espada que manejó mal.

El torero de Medellín se expresó con torería en seis lances a la verónica con ambas rodillas en tierra y hasta de frente que hicieron estallar una salva de aplausos desde los tendidos.

Andrés Roca Rey lidia el toro Temerito, de la ganadería Juan Bernardo Caicedo.Foto: EFE

El toro no tuvo fuerza pero el torero logró dos excelentes series por el lado derecho antes de que el toro se derrumbe entre protestas generales. Otra vez mal con la espada.

El paisa regaló el tercer sobrero, del mismo hierro que no le dio opciones pese a la voluntad del diestro, que otra vez falló con los aceros.
La figura del momento, esperado en todas las plazas del mundo es el peruano Andrés Roca Rey, el precioso toro de hechuras que le tocó primero se desfondó pero el torero se puso en el sitio y consiguió algunos pasajes estimables sin mayo ligazón, especialmente en naturales de uno en uno.

Estocada contraria y al encuentro y pitos en el arrastre a la res. El torero de Lima lanceó bien a un toro que salió con brío pero se rajó pronto. Colosal en las chicuelinas en un quite imperial que hizo vibrar al público en la plaza caleña. Faena de entrega pero sin material propicio. Pinchazo, estocada entera y caída. Pitos en el arrastre al toro.

Roca Rey fue el primero que obsequió un toro más e hizo gala de su voluntad de ser figura grande. Verónicas a pies juntos, inicio ya clásico en el limeño en tablas con ceñidos cambiados por la espalda y dos grandes series de derechazos al son de La Flor de La Canela, canción peruana de fama mundial.

Naturales de uno en uno, nuevos derechazos y desplante y con un metisaca, un pinchazo y dos golpes de verduguillo se dejó los trofeos que a buen seguro pudo alcanzar y los cambió por una sonora ovación.

Los tres diestros salieron entre fuertes aplausos por su entrega y torería.

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