Samantha Arevalo durante la maratón acuática en Copacabana, Río de Janeiro. Foto: Patrick Kraemer/EFE
Las lágrimas le dejaban sin palabras. Samantha Arévalo quería salir y abrazar a sus padres para descargar con ellos todo lo que estaba sintiendo. “Es una mezcla de alegría y euforia. Estoy feliz con el resultado, pero es una prueba difícil”, fue lo primero que alcanzó a decir.
Tiene 21 años y es una de las más jóvenes del equipo nacional, pero ayer se convirtió en la primera nadadora ecuatoriana en participar en Maratón Acuática de los 10 kilómetros, y logró el noveno lugar.
Fue en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 cuando el Comité Olímpico Internacional decidió incluir esta competencia en la agenda de los Juegos.
A Londres 2012 solo fue Iván Enderica, pero en esta ocasión, Samantha Arévalo se ganó el cupo en el Mundial de Portugal, en junio pasado.
Llegó novena con un registro de 1 hora, 57 minutos y 29 segundos. La ganadora fue la holandesa Sharon van Rouwendaal, quien nadó en 01:56,32.
Lo destacado fue que del puesto quinto al duodécimo la diferencia de ubicaciones se definieron por dos segundos. “Fue una competencia muy estratégica. En la primera mitad se puede nadar a buen ritmo, pero en los 3 kilómetros finales no hay que desprenderse del grupo puntero, porque es cuando se define todo”.
Pero dijo que es una prueba de mucha experiencia, “que requiere de mucho conocimiento y práctica”. Ella se mantuvo así, en el pelotón puntero, fue escalando posiciones desde el 17 hasta ubicarse entre las nueve mejores del mundo.
“El mar nos recibió con algo de oleaje, pero en esas circunstancias uno tiene que estar tranquilo y nadar. Nos hizo un día bueno en relación con los anteriores, cuando había viento y frío, lo que hice es dejarme guiar con el grupo, evitar golpes y sobre todo sentirme tranquila”.
La Maratón Acuática se realizó junto al Fuerte de Copacabana, en las turísticas playas de la ciudad olímpica.
Tras culminar la competencia y digerir las primeras sensaciones y emociones, conversó con su entrenador Juan Fernando Enderica.
“Sin duda que todo lo que trabajamos en estos años, siete días a la semana y más de seis jornadas al día, nos sirvió para llegar a esta participación. Todo ha sido muy duro en este proceso”, expresó la joven nadadora tricolor.
La parte final se entrenó en Quito por un mes, “ese trabajo nos ayudó para ganar resistencia, eso se vio reflejado aquí”.
Samantha Arévalo (cuarta de izq. a der.) antes de la competencia en el Fuerte de Copacabana en la disciplina de Natación en aguas abiertas, 1. Foto: Tomada del Twitter del Comité Olímpico Ecuatoriano.
Las lágrimas volvieron a rodar por su rostro. Buscaba entre el grupo de personas que esperaba a las deportistas los rostros de sus padres, Leonardo y Ester. “Ellos fueron los que me enseñaron a nadar. También, mis hermanos Xavier y Víctor Hugo, que practicaban triatlón”, expresó.
Nació en Cuenca, pero desde los 5 años de edad fue con su familia a residir en Macas. Hace cuatro años debutó en Juegos Olímpicos. En Londres nadó los 800 metros, donde se ubicó en el lugar 29.
Luego de esa participación decidió trasladarse a vivir en Cuenca, para mejorar sus registros e incursionar en la Maratón Acuática, donde volvió a ser deportista olímpica y dejar un precedente en la historia de la natación ecuatoriana.