En un contexto adverso para el sector automovilístico europeo,
los fabricantes aprovechan cada muestra para llegar a los usuarios. Foto: Agencia EFE
Aunque está lejos de figurar entre los más importantes ‘auto shows’ del Viejo Continente y del mundo, el Salón del Automóvil de Bruselas, que abrió sus puertas al público el pasado viernes 16 de enero, cobró una especial relevancia este año en el contexto de una industria automovilística europea que no logra salir de la crisis.
Es que el mercado del automóvil es particularmente sensible a los problemas financieros de los países. En Europa, muchos fabricantes están soportando la recesión gracias a las crecientes ventas en Asia, y particularmente en China, pero la complicada situación por la que atraviesan varios estados de la Eurozona ha causado un fuerte descenso en las ventas internas.
En tal sentido, el Salón de Bruselas, como todos los que se realizarán en Europa este año, presenta a sus visitantes una industria renovada, más atenta a los requerimientos de los consumidores y que ha tomado en cuenta sus criterios y sugerencias para la concepción y desarrollo de sus nuevos modelos.
En un área de más de 100 000 m2 dedicados a los autos y a las motos, la muestra acoge a más de 1 000 vehículos de nueva factura distribuidos en 180 estands, donde también se ofrecen animaciones, exposiciones, concursos, pistas de pruebas, etc.
La edición 2015 pone un énfasis especial en la presentación de revolucionarios SUV compactos, así como en autos urbanos eléctricos.
Fuentes: dw.de y belgica-turismo.es