Un ecuatoriano se prepara para imponer dos récords mundiales Guinness

Millán Ludeña, corredor retos de largas distancias, en un entrenamiento en  el parque Metropolitano de Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO

Millán Ludeña, corredor retos de largas distancias, en un entrenamiento en el parque Metropolitano de Quito. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO

Con la consigna de que "evolucionamos cuando enfrentamos nuestros miedos", el ecuatoriano Millán Ludeña se prepara para realizar dos carreras atléticas extremas que serán consideradas récords mundiales Guinness si llega a completarlas.

No conforme con haber superado una de las pruebas más duras en el desierto del Sahara y también haber desafiado el frío del Polo Sur al correr 100 km en la Antártida, , este guayaquileño de 37 años está empeñado en correr la media maratón más rápida, en el lugar más profundo de la Tierra (Sudáfrica), y unos días después otros 21 km que finalizarán en la cima del Chimborazo, que medido desde el centro del planeta es el punto más cercano al sol. Ambos intentos contarán con veedores de los récords mundiales.

Después de meses de planificación y entrenamientos, de correr durante horas en las montañas y de experimentar con su cuerpo largas jornadas en saunas para adaptarse al calor, Ludeña presentó el proyecto a Guinness, que lleva registrando insólitas marcas desde 1955. "Hay dos opciones para buscar un récord, romper uno establecido o imponer uno nuevo" explicó el resistente atleta.

Tras evaluar la insólita aspiración deportiva del tricolor, personeros de esa entidad empezaron a asesorarlo y al final se decidió que lo mejor era intentar establecer las dos marcas en el mismo desafío, a inicios de agosto.

Ludeña pesa regularmente 60 kilos, pero deberá bajar unos cuatro kilos para tener mejores opciones al descender 4 000 metros bajo la superficie, en una inmensa mina en Sudáfrica, antes de empezar a correr. En ese lugar se encontrará con calor y humedad extremas. "En el Sahara corrí a 56 grados, en Sudáfrica se calculan unos 60", asegura.

Inmediatamente después de salir de la mina se dirigirá al aeropuerto para viajar un día entero a Ecuador, con escala aérea en Nueva York (EE.UU.). Al retornar al país ofrecerá una breve rueda de prensa y luego se dirigirá a la comunidad de San Juan, en Chimborazo, desde donde emprenderá su carrera hasta el refugio del coloso andino. Si todo sale como lo tiene planeado y "si la montaña lo permite", este aventurero empezará el ascenso a la cumbre la noche del 8 de agosto. Su reto finalizará cuando llegue a la cima y se encuentre 'más cerca del sol'.

Personal especializado del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), de la Policía Nacional, brindará seguridad en la alta montaña entre el 8 y el 9 de agosto cuando se intente llegar a la cumbre. La cordada del deportista sobre la nieve del Chimborazo estará dirigida por Carla Pérez, una de las pocas mujeres en el mundo que ha llegado a la cima del Everest sin oxígeno suplementario. "Todos tenemos límites, pero podemos llevar una vida llena de excusas o intentar conseguir lo que soñamos", dice este ecuatoriano que pretende con sus desafíos motivar a otros para que alcancen sus sueños, en cualquier ámbito de la vida.

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