Ramiro Bolaños: ‘Ali me decía que era su hermanito’

El exboxeador ecuatoriano Ramiro ‘Clay’ Bolaños (der.) y el ícono Muhammad Ali en la visita que realizó al país en diciembre de 1994. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El exboxeador ecuatoriano Ramiro ‘Clay’ Bolaños (der.) y el ícono Muhammad Ali en la visita que realizó al país en diciembre de 1994. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El exboxeador ecuatoriano Ramiro ‘Clay’ Bolaños (der.) y el ícono Muhammad Ali en la visita que realizó al país en diciembre de 1994. Foto: Archivo / EL COMERCIO

‘Me decía que era su hermanito menor. Nos conocimos en Los Ángeles, en uno de los gimnasios donde yo entrenaba. Gracias a los traductores pude conversar varias veces con él”, recuerda Ramiro ‘Clay’ Bolaños sobre su ídolo, Muhammad Ali.

El exboxeador nacional y actual entrenador tuvo la oportunidad de conocer de cerca al “más grande de los grandes”cuando se entrenó en Estados Unidos, antes de pelear por el título mundial. “Me gustaba su estilo de boxeo, era rápido para moverse por el cuadrilátero, tenía un juego de piernas impresionante, sus rivales no podían encontrarlo para acertar un golpe. En sus puños había mucha fuerza y contundencia”.

Recordó que vivía a siete cuadras de la mansión de Ali y que por esa cercanía llegaba también al gimnasio a entrenarse, “pero nunca subimos juntos a un cuadrilátero. Aún poseo varias fotografías en las que estamos juntos. Cuando me enteré de su fallecimiento sentí mucho dolor, como si se hubiera ido un familiar muy cercano. Dejó un gran legado para este deporte”.

Ramiro Bolaños, desde su etapa de boxeador amateur, fue bautizado por el periodista Bruno Stornailo, con el apelativo de ‘Clay’, por su parecido a Cassius Clay, el nombre original de Muhammad Ali.

“Orgullosamente llevo ese apelativo. Me lo pusieron por mi parecido físico, pero luego trataba de ser como él porque era su hincha acérrimo. Comencé a imitar su estilo de pelea, rápido con las piernas, esquivaba golpes y cuando me encontraba con los rivales les decía que les iba a noquear, que voy a ganar, muy parecido a como él lo hacía”.

En 1994, cuando vino a Quito, se volvieron a encontrar, “le acompañé solo a visitar la Mitad del Mundo. Ya vino con los primeros síntomas de su enfermedad (Parkinson) y no me reconoció”.

Ocurrió el 17 de diciembre, cuando acompañado por el promotor Don King, asistió al coliseo General Rumiñahui para mirar el combate entre el ecuatoriano Segundo Mercado y el estadounidense Bernard Hopins, campeón mundial de los medianos.

Visitó el Centro Histórico, la Mitad del Mundo, el Panecillo, “estuvo en la Presidencia, un gran señor”, dijo el empresario Marco Aguirre.
Carlos Mina, boxeador ecuatoriano que irá a los Juegos Olímpicos, también mostró su tristeza por la partida de Ali. “Es muy dura la pérdida para sus fans. Se queda en los corazones de quienes le admiramos”.

Ayer, Mina viajó a Azerbaiyan para continuar su preparación a los Juegos Olímpicos. “He visto muchos videos de sus peleas. Me encanta su personalidad, su estilo de pelea, cómo esquivaba los golpes y como dominaba al rival”.

El entrenador Segundo Chango, desde su punto de vista dijo que Muhammad Ali, “dejó atrás el boxeo antiguo de bajar la cabeza y no mover las piernas. Hizo del boxeo profesional un espectáculo”.

Añadió que Ali “trabajó psicológicamente a sus rivales y demostró a todos los amantes de este deporte que para boxear hay que hacerlo con inteligencia”.

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