Miguel Ángel Ramírez se emocionó durante la bienvenida a la Sub 20 de Independiente del Valle, este 2 de marzo del 2020. Foto: Mauricio Bayas/ EL COMERCIO
La llegada de Independiente del Valle Sub 20, campeón de la Copa Libertadores, al complejo de Chillo Jijón fue emotiva. Los futbolistas del plantel de Primera categoría hicieron una calle de honor a los campeones. Todos los jugadores recibieron con abrazos a los juveniles. El capitán Moisés Caicedo entró a una de las canchas del Centro de Alto Rendimiento con el trofeo de la mano, este 2 de marzo del 2020.
Caicedo no pudo contener las lágrimas al abrazarse con Miguel Ángel Ramírez. Michael Deller también fue efusivo en el recibimiento a los campeones.
La mayoría de jugadores de la cantera se ubicaron en los asientos posteriores. La primera fila fue para los campeones. Hubo un sonoro aplauso cuando Ramírez subió al escenario a ubicar el pesado trofeo que ahora pasa a las vitrinas del equipo.
Los integrantes de Independiente del Valle Sub 20, campeón de la Copa Libertadores, festejaron en el complejo de Chillo Jijón con el trofeo del torneo internacional. Foto: Mauricio Bayas/ EL COMERCIO
Hablaron en la tarima Franklin Tello, Deller y Ramírez. Este último se emocionó y los ojos se enrojecieron.
En tono de broma y en serio pidió que se apagaran los micrófonos. Y allí hizo un pedido a todos: “no hay que apresurarse por esto (la Copa). Hay gente que tuvo prisa y no lo logró”, dijo.
Los aficionados acompañaron a los jugadores de Independiente en una caravana, tras su llegada al Aeropuerto de Quito. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
El español contó que ni en el último partido de la Sudamericana lloró y que lo hizo al ver gran parte de los canteranos vencer a River Plate en la final y salir campeón en la quinta participación consecutiva del torneo de Libertadores. El estratega terminó su intervención pidiendo compromiso y trabajo.
El equipo ganador exhibió el trofeo de la Copa Libertadores. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
El breve homenaje que también consistió en una caravana desde el Aeropuerto de Quito hasta el complejo concluyó con una repartición de premios para los campeones de la Copa. Ahora volverán a entrenarse para apuntalar el plantel filial que jugará en la Serie B.