Diego Rivas toreando por poncinas, volvió mostrando su temple y cortó una oreja. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Un cerrojo con triunfos torero y ganadero tuvo la Feria de Latacunga 2018 en la corrida mixta de ayer, 2 de diciembre del 2018.
José Andrés Marcillo se fue a hombros, tras indultar a Solapado, de Triana, con 520 kilos herrado con el Nº 425. Una oreja cortó el local Diego Rivas tras una buena actuación y los rejoneadores Álvaro Mejía y David Albuja dieron sendas vueltas al ruedo. No tuvo una tarde afortunada Francisco Cortez.
Con casi media plaza se lidiaron reses de Triana, de muy buen juego en general.
Abrió plaza el rejoneador David Albuja, con un novillo que se prestó para el lucimiento y salvo una ocasión, en que le atropelló la cabalgadura en general, estuvo entonado dejando banderillas, ensayando con éxito los quiebros y dos pares al violín. Mató de rejón muy trasero y descabello. Vuelta al redondel.
Noble y con clase fue el toro de Diego Rivas, al que recibió a la verónica. Buen par de Ignacio Almeida.
El torero oriundo de Latacunga realizó una faena templada, gustándose y aprovechando la noble embestida del toro al que le remataba los muletazos arriba para cuidar su condición. Derechazos en varias tandas, trincherazo de cartel, poncinas, molinetes y muletazo de las flores. Mató de estocada trasera y caída y cortó una oreja que paseó entre ovaciones. Palmas al toro en el arrastre.
José Andrés Marcillo fue el triunfador del festejo de los toreros nacionales, en la Plaza de Toros San Isidro Labrador. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
No tuvo una tarde de éxito Francisco Cortez, ‘El Cortez’, que se dejó escapar un triunfo con un gran toro de cuajo y kilos que cantó sus virtudes de clase y bravura. Mal a la hora de matar, dos avisos. Palmas al toro en el arrastre.
El cuarto, Solapado, de 520 kilos, hizo una salida alegre y desde las primeras de cambio evidenció su nobleza y calidad.
Muy buenas verónicas del novillero José Andrés Marcillo de saludo, bien al caballo de Israel Almeida. Quite por chicuelinas y revolera de muy buen aire y tras dos pares de Patatas y brindis a Diego Rivas el inicio fue airoso y la faena tuvo muy buenas series de derechazos, naturales de hondura, de muy buena factura hasta en dos tandas más, antes de volver a torear por la derecha de buena forma.
Molinetes e inmensos derechazos y más naturales de calidad, pases circulares y petición de indulto que fue creciendo. Dos orejas y rabo simbólico y emocionante vuelta al anillo entre ovaciones.
El quinto para Álvaro Mejía permitió ver los progresos del rejoneador pese a una lidia desordenada donde se destacó en varias banderillas y hasta quebró con una banderilla corta y a la hora de matar.
Los rejones quedaron muy contrarios y todo terminó en otra vuelta celebrada.
Hubo un espectáculo de los recortadores, Huagrajumpings, muy aplaudidos en la vuelta al ruedo.
Finalizado el festejo se entregó un trofeo como triunfador del festejo de nacionales a Marcillo, donado por el cronista gráfico Alberto Suárez. También fue premiado por el mejor par de la feria Milton Calahorrano, que recibió la ovación andando con muletas, puesto que al saltar al callejón en la tarde del sábado se fracturó dos dedos del pie. Marcillo abandonó a hombros la plaza en el final de feria entretenido y torero.