El Club Deportivo Esmeraldas tiene 32 años de vida, en la pasada edición del campeonato del Inca se coronó campeón y lo festejó con su fiel hinchada en la tribuna norte. Foto: Galo Paguay, archivo / EL COMERCIO
Sigifredo Arroyo es el presidente del club Esmeraldas en la Liga El Inca. La idea de formar un equipo en el norte de Quito surgió el 7 de mayo de 1982 en una reunión familiar.
“Junto con mi hermano Manuel y mi esposa (Estela Castillo) decidimos que crear un equipo de fútbol ayudaría a fomentar buenos valores en la juventud”, afirmó el máximo directivo del club verde.
Antes de empezar cada campeonato, Sigifredo se reúne con Manuel en su casa y deciden el diseño de la camiseta. Los colores del equipo no varían, ya que representan su provincia de origen. No podía ser para menos, ya que el club se creó con la misión de reunir a todos los jóvenes afroecuatorianos del sector. “Nuestro logo es una escarapela que significa África, nos sentimos identificados ya que son luchadores y nunca se rinden”.
Esmeraldas es el actual campeón de la liga El Inca. Sin embargo, el presidente reveló que tuvo que pasar algún tiempo para que el equipo muestre buen fútbol. Cuando el club deportivo arrancó en la segunda categoría perdían hasta por 15 goles. Los hermanos Arroyo cuentan esa historia a todos los jugadores que se suman para que no olviden de donde vienen y quieran más al equipo.
La agrupación verde se caracteriza por ser formadora de promesas. Los ejemplos más laureados son Jimmy y Darío Arroyo, hijos de Sigifredo. Ambos dejaron muy jóvenes del equipo y jugaron a nivel profesional en Deportivo Quito y Espoli, respectivamente. “Nuestro objetivo es sacar más promesas que den alegrías al fútbol nacional”.
Las dos estrellas del equipo son referentes de las nuevas generaciones. Los juveniles les piden consejos para ubicarse en la cancha y aprender las tácticas del juego. Todos los años se inscribe al menos un juvenil de 12 años. El objetivo es tener un recambio generacional, así el equipo no tiene baches futbolísticos.
La hinchada del club está conformada por las sobrinas de Sigifredo y las esposas de los jugadores.
Ellas se ubican en la tribuna norte de la liga. “Nuestra barra jamás ha tenido problemas con el árbitro, nos ubicamos en ese espacio para no tener contacto con los otros fanáticos y vivir nuestra propia fiesta”, dijo Arroyo.
La principal cábala del equipo es la marimba. Previo a una final, los jugadores llevan parlantes y mientras se ponen el equipo deportivo bailan, se relajan y se sienten como en casa antes del encuentro.
Club Deportivo Esmeraldas participará en el Campeonato de Campeones, torneo que se inauguró el sábado pasado y es organizado por Federación de Ligas. Su sueño es coronarse como el mejor de Quito y dejar en alto en nombre de su provincia querida.
En la pasada edición, el equipo del Inca fue eliminado en cuartos de final por el América de Cotocollao. Sin embargo, el equipo sueña con jugar la final en el estadio de La Ofelia.
Este año deberá competir en la fase previa ante Río Coca (Liga Monteserrín), Jaime Roldós (Liga San José de las Casas), Deportivo Cali (Liga San Isidro), Súper C (Liga Carcelén) y Olimpia (Cotocollao).
Además de jugar fútbol, los miembros de Esmeraldas se reúnen para hacer asados. Una excusa perfecta es para ver un clásico del astillero.