Roberto Quiroz es el tenista juvenil del momento. Los títulos ganados, junto al peruano Duilio Beretta, en el Roland Garros y en el US Open lo proyectan como el sucesor de Nicolás Lapentti en el país.
Su carrera se acerca a una transición inevitable para todo tenista: el paso de la etapa juvenil al profesionalismo. En el 2011, el guayaquileño de 18 años, jugará los torneos de Grand Slam con la élite del tenis mundial.En esta fase, según Luis Adrián Morejón, tenista retirado, “es fundamental para todo deportista contar con un patrocinador y con un entrenador personal”. Quiroz aún no tiene nada de esto.
Después de ganar el dobles de Roland Garros, la marca de ropa e implementos deportivos Adidas le dio a él y a Beretta, ropa y zapatos para los próximos torneos en los que participarán.
Dunlop, fabricante de implementos para tenis, es otra de las que ya anda seduciendo al ecuatoriano. Le entregó sus raquetas desde enero pasado. Ese es el único apoyo que ha recibido Quiroz en este año.
Pero Dunlop se convertiría en el soporte económico de la carrera de Quiroz desde su estreno en el profesionalismo. Así lo confirmó ayer el tenista después de quedar eliminado en la primera ronda del torneo Futuro 2 que se realiza desde el lunes en el Anexo del Guayaquil Tenis Club.
Una de sus debilidades son los partidos individuales. Ayer perdió porque bajó su ritmo en el segundo set “debido a que me sentí cansado”, argumentó.
El auspicio podría definirse la próxima semana, según el tenista. Una vez que el apoyo financiero se concrete empezará a elaborar su calendario de competencias.
Dunlop es una fabricante transnacional de implementos deportivos para tenis, squash, badminton y golf. A escala mundial maneja las carreras de Dominika Cibulkova, Fernando Verdasco, Andy Murray, Jurgen Melzer, Nicolás Almagro, Nikolay Davydenko, Ross Tutchins y Tommy Robredo.
Morejón considera que en la transición de juvenil a profesional para cualquier tenista es fundamental también contar con un entrenador personal que lo acompañe durante sus giras.
Quiroz contó con la colaboración de los entrenadores de la Confederación Sudamericana en los torneos juveniles que ganó antes de competir en el Roland Garros y en el US Open. Él es parte del equipo juvenil de la región.
Su papá, Francisco Quiroz, es su representante. Comenta que su hijo se encuentra en un dilema: aceptar una de las más de 50 becas deportivas estudiantiles que les han ofrecido universidades de Estados Unidos o seguir su carrera por su cuenta.
Desde inicios de este año, las Universidades de Boston, de Miami, Harvard y la Santa Mónica de California han enviado cartas a la Federación Ecuatoriana de Tenis para intentar llevarse al tenista, pero “yo les he dicho que me llamen cuando hayamos decidido qué va a pasar con su carrera”, sostuvo Francisco.
La carrera de Quiroz ha experimentado los mismos pasos de ‘Nico’ Lapentti en su etapa de juvenil. La raqueta número uno de Ecuador ganó también dos torneos de Grand Slam en 1994: Roland Garros y el US Open. Pero según Raúl Viver, capitán del equipo ecuatoriano de Copa Davis, la transición de Lapentti “fue inmediata porque apenas dejó de ser juvenil la Cervecería Nacional y Filanbanco lo apoyaron”. Viver fue el primer entrenador de ‘Nico’ como profesional.
Morejón recuerda que durante el primer año de Lapentti en el profesionalismo (1995), ganó el Abierto de Bogotá, luego de eliminarlo a él en las semifinales.
Miguel Olvera, ex tenista ecuatoriano y ex integrante del equipo de Copa Davis, destaca la zurda de Quiroz. Según explica, su brazo izquierdo le otorga una ventaja sobre sus rivales “porque los incomoda y les resulta difícil descifrar sus potentes remates”.
Según Raúl Avendaño, entrenador de Diego Acosta, que era la pareja en dobles de Roberto en sus inicios como tenista, una de sus mayores fortalezas es su carácter fuerte. Cuenta que esas dos cualidades lo ayudaron a superar las amenazas de un retiro prematuro cuando tenía 12 años. Su gusto por la comida chatarra (hamburguesas y papas fritas) hizo que subiera de peso.
Pero este año logró consolidar su carrera juvenil. Hace dos pensaba en replantearse su futuro.