La polémica se instaló al interior del equipo Mini tras el resultado del Dakar

Peterhansel adelantó en  la clasificación general  a Roma en la  penúltima etapa del Rally.

Peterhansel adelantó en la clasificación general a Roma en la penúltima etapa del Rally.

La victoria del español Nani Roma en la edición 35 del Rally Dakar no estuvo exenta de controversia, y volvió a encender el debate sobre la conveniencia o no de las órdenes de equipo que se imparten en prácticamente todas las categorías del deporte motor.

Al inicio de la decimotercera y última etapa, Stéphane Peterhansel mantenía una ligera ventaja de 26 segundos sobre Roma, que al final de la jornada se convirtió en una desventaja de 5:38 que dio el triunfo al piloto catalán.

Según los organizadores, Peterhansel se detuvo en el kilómetro 133 de la especial para esperar a Roma y al catarí Nasser Al-Attiyah, sus compañeros de Mini, de acuerdo a la estrategia que había tomado el equipo alemán previamente para asegurar los tres cajones del podio, con el español en el primer lugar.

En la etapa final, el francés fue decimotercero a casi 8 minutos del ganador de la jornada, el sudafricano Gimiel de Villiers, y a 6 minutos y 4 segundos de Roma, cuarto, una diferencia muy amplia en solo 157 kilómetros de especial, lo cual evidenció claramente que levantó el pie del acelerador.

La polémica por las órdenes del equipo Mini revolucionó las últimas jornadas del Dakar, más aún cuando Peterhansel sorprendió en la penúltima jornada al arrebatar el liderato a Roma y perfilarse como campeón de la edición 2014.

El galo, sin embargo, dijo estar dispuesto a dejar pasar a su compañero si así lo ordenaba Sven Quandt, jefe de Mini, como al parecer sucedió en la última jornada.

En declaraciones posteriores a la finalización de la competencia, Peterhansel admitió sentirse decepcionado por no haber peleado por la victoria, al tener que acatar las órdenes de su equipo.

"Todos los pilotos somos luchadores. Corremos por la victoria y es algo frustrante ser segundo, pero en unos días ya lo veré mejor", dijo al llegar a Valparaíso.

Roma, por su parte, consideró que con la polémica por las órdenes del equipo se intentó restarle mérito a su victoria.

"El primero en cuestionar mi triunfo fue Peterhansel y luego la prensa se hizo eco de sus palabras. A él le fastidia que le haya ganado, por eso hizo todas esas declaraciones. Pero estoy tan contento de lo que hemos hecho, que nada puede cambiar eso", declaró el ganador del Dakar.

"Hay que mirar los resultados: fui líder durante ocho días, gané dos etapas y el tercero quedó a casi una hora. Peterhansel se irá del equipo este año y por eso me atacó así. Me dijo que o me pasaba o lo rompía todo, no quería ser segundo. Pero dentro de unos días nadie se acordará de esto", añadió el piloto catalán.

"Lo que sucede es que Peterhansel nunca había tenido esta sensación en un equipo, siempre era el líder. En Mitsubishi había órdenes para que él ganara. En Mini tuvo los dos últimos dos Dakar cómodos y ahora se encontró con mi competencia y su reacción no fue buena" comentó Roma.

No obstante, el piloto barcelonés destacó que su victoria tiene doble mérito al haber batido a Peterhansel, "un rival muy rápido, ganador muchas veces del Dakar", y desmintió llevarse mal con él, pese a que al final la lucha por el título y las órdenes de equipo hayan provocado cierto distanciamiento entre ambos pilotos.

"Cuando se producen situaciones como la de este año las cosas se complican, pero con Stéphane no he tenido ningún problema. Hasta el último día dormimos en el mismo motorhome, viajamos juntos y siempre nos hemos saludado, o sea que no pasa nada", declaró.

Pero más allá de la controversia, Roma se siente muy contento por su triunfo y satisfecho por la manera como lo consiguió.

"Me siento realmente contento porque fue una carrera muy dura, larga; seguramente el Dakar más difícil que hemos hecho en Sudamérica, y estoy supersatisfecho porque ganar en autos 10 años después de hacerlo en motos es el sueño de un sueño", aseguró.

Para Roma, el hecho de estar en la competencia como uno de los favoritos al título hizo que su participación fuera más complicada a nivel psicológico, porque "desde la salida había la presión de ganar y eso cuesta asimilarlo".

La tarde del pasado lunes, 20 de enero, Roma llegó a Barcelona acompañado de su esposa Rosa Romero, piloto de motos que también compitió en el Dakar. Un centenar de vecinos y amigos de Folgueroles, su pueblo natal, lo recibió efusivamente con pancartas y cánticos.

También le esperaban algunas autoridades deportivas españolas, sus padres, sus suegros, sus hermanos y sus tres hijos.

Roma quiere volver a triunfar en un Dakar en autos, pero antes de pensar en la próxima edición tiene ganas de tomarse un respiro. "Hace muchos días que Rosa y yo estamos fuera de casa y por ahora solo queremos estar tranquilos con nuestros hijos" concluyó.

Fuente: agencia EFE La reacción de Peterhansel a mi competencia no fue buena".

Es decepcionante no pelear por la victoria por acatar las órdenes".

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