Kris Meeke (der.) con su Citroën DS3 WRC celebra en Finlandia el 31 de julio. Foto: Nikos Mitsouras/ EFE
La trayectoria deportiva del británico Kris Meeke (Citroën) tomó un gran impulso el pasado fin de semana, en el Rally de Finlandia.
El experimentado corredor se convirtió en el piloto más rápido en la historia del Mundial al registrar una velocidad media de 126,6 km/h en la mencionada carrera.
La actuación de Meeke estuvo marcada por la precisión en los giros y la gran velocidad que imprimió en cada recta y en cada salto. “Estoy orgulloso de esta victoria lograda con la velocidad media más elevada de la historia. Es una locura. Finlandia es tierra de Rallies y Ouninpohja (la especial que ganó en dos ocasiones) es el Santo Grial”, comentó un sonriente Meeke.
El piloto se convirtió en el primer británico en ganar esta carrera que, históricamente, fue conquistada por los pilotos de origen nórdico salvo ciertas excepciones.
Durante la pasada jornada, Meeke mandó en el desarrollo de la carrera y se colocó por delante de Jari-Matti Latvala (Volkswagen) y del irlandés Craig Breen (Citroën).
El dominio de Kris empezó desde la primera especial disputada el viernes por la mañana (ES2), momento en el que el piloto ajustó su desempeño para no ceder un solo centímetro a sus rivales.
Al finalizar el Rally de Finlandia, Meeke recalcó que su objetivo es alcanzar un título mundial. “Mi meta sigue siendo ser un día campeón del mundo pero una victoria en Finlandia colma un palmarés, sobre todo cuando se fraguó en la mítica especial de Ouninpohja. Esta es la cronometrada más técnica y rápida del campeonato”, subrayó el piloto.
Por su parte, Latvala trató de recortar la diferencia con el líder de la prueba desde la ES5, cuando se dio cuenta que estaba alejándose. No obstante, su estrategia no dio resultado y decidió asegurar los puntos que ofrece el segundo lugar para que su escudería se mantenga en la pelea por el campeonato
de constructores.
Por el momento, Volkswagen lidera esta pugna con más de 50 puntos de ventaja sobre Hyundai. La firma francesa (Citroën), en cambio, no registró su marca a inicios de año y por eso no
compite en ese campo.
Meeke, de 37 años, celebró por partida triple el pasado fin de semana. El primer motivo fue la carrera ganada, el siguiente fue el récord alcanzado y, finalmente, la renovación hasta finales del 2018 con su escudería. “Luego de Portugal, este segundo triunfo me aporta confianza para la próxima temporada, en la que Citroën competirá oficialmente”, añadió el piloto.
Quien sufrió de principio a fin en Finlandia fue Sebastien Ogier
(Volkswagen). El campeón vigente fue víctima de un despiste en la ES10. Este error le costó cerca de 15 minutos hasta sacar su vehículo de la cuneta en la que cayó.
“Fue un fin de semana para olvidar. Ya estoy centrado en lo que viene en el campeonato con dos pruebas que me resultarán más favorables. En Alemania no sufriré la desventaja de circular primero por la pista y aspiraré a una victoria”.