El fútbol femenino de Ecuador atraviesa una aguda polémica: ¿cuál equipo es el representante legítimo de Ecuador en la próxima Copa Libertadores de mujeres: Pichincha o la Selección Nacional?
Pichincha reclama el cupo, debido a que venció en el Torneo Nacional Absoluto, en junio de este año. En el artículo 11 del reglamento, se estipuló que el plantel campeón representará a Ecuador en la Libertadores de octubre.Ese torneo se cumplió en Manabí. La final, en la que Pichincha ganó por 2-1 a Guayas, fue el 21 de junio. El partido y la premiación contó con la presencia de autoridades de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (Amílcar Mantilla y Néstor Landeta) y de la Cartera de Deportes (el viceministro Jeff Escalante), quienes colocaron las medallas a las ganadoras.
En sus boletines oficiales, la misma Ecuafútbol difundió la información de que Pichincha ganó el cupo para la Libertadores.
Desde entonces, el equipo oro y grana, dirigido por el DT César Zambrano, se ha estado entrenando para viajar a Brasil, hasta que el lunes 30 de agosto estalló la novedad: el presidente de la Federación, Luis Chiriboga, designó a la Selección Nacional de Mujeres para la Copa.
Para Urlin Cangá. preparador físico de la Selección, fue un grave error ofrecer ese premio. “Se lo hizo arbitrariamente y sin el conocimiento del Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol porque de antemano se sabía que la Selección femenina era la que participaría” en la Copa.
Después del torneo de Manabí, explicó Cangá, el cuerpo técnico de la Tricolor se reunió en Guayaquil con Chiriboga y el dirigente confirmó la participación de aSelección en Brasil.
El directivo Amílcar Mantilla, quien también es el líder del fútbol aficionado de Pichincha, concuerda en que este ‘impasse’ surgió por un ofrecimiento que no tenía respaldo oficial.
“El torneo sí tenía el aval de la Ecuafútbol, pero el reglamento se lo definió durante el congresillo técnico”, explicó Mantilla, quien se negó a considerar que Pichincha esté totalmente descartada para jugar la Libertadores.
No obstante, nunca supo que la Tricolor femenina era la designada. La prensa tampoco, pues la reunión entre Chiriboga y el cuerpo técnico no se difundió.
En los archivos de la página web no consta el anuncio de esa cita. En las notas del 8 de julio, del 23 de julio, del 19 de agosto y del 24 de agosto se escribió que la Tricolor se preparaba para la Copa América de Mujeres que será en Ecuador, en noviembre de este año. No hubo una línea sobre la Copa Libertadores.
“Nosotras ganamos en la cancha el derecho de jugar en Brasil”, expresa Yolima Páez, quien integra el equipo provincial desde el 2002 y que también suele ser seleccionada nacional.
Páez, con el dedo puesto en el numeral 11 del reglamento, se declara molesta por la situación, pues la Ecuafútbol tardó dos meses en proclamar que otro equipo sería el designado.
El asunto se complica con el detalle de que Pichincha es la base de la propia Tricolor, cuyo técnico es Juan Carlos Cerón. El entrenador reconoció que le ha resultado complicado armar un equipo fijo que mantenga regularidad, pues no todas las jugadoras han asistido a los microciclos.
¿La crisis con Pichincha generará un cisma en la Tricolor, que es anfitriona de la Copa América? “Se trata de pensar en el país y no en los intereses individuales de dirigentes”, responde Cerón.
Mantilla, que el miércoles de noche se reunió con las pichinchanas para pedirles calma, señala que la última palabra la tendrá el Directorio de la Ecuafútbol, el cual se reunirá después de la gira de la Selección masculina.
“Vamos a buscar una salida que concilie los intereses de la Tricolor y de Pichincha”, asegura Mantilla. Pero las jugadoras no están convencidas. “Hasta no ver a Pichincha en el avión, no creeré”, promete Yolima Páez.