Hay una cita bíblica que marcó la carrera deportiva de Moisés Villón. El pesista ecuatoriano, que recientemente se coronó bicampeón mundial júnior de potencia, en Turquía, le dedica sus triunfos internacionales a Dios y a su familia.
“¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni desmayes! Porque el señor tu Dios te acompañará adonde quiera que vayas”, es el versículo que se repite a sí mismo (Josué 1:9) antes de empezar sus competencias; dice que le funciona bien, que es una tradición de fe y no una cábala.
Se identifica con esa frase, porque en su disciplina la fuerza -física y mental- es determinante para obtener buenos resultados. El Mundial de Turquía fue su última competencia en la división júnior y a sus 23 años ya piensa en su paso a la categoría sénior.
El tricolor fue el mejor en el Mundial de Turquía, en la división de 93 kg. Logró el primer lugar en sentadillas con 340 kg y en ‘press’ de banco con 275 kg; además, se quedó con el segundo puesto en peso muerto con 285 kg, para completar un total de 900 kg.
Fue su tercer campeonato Mundial. En 2017 se coronó en la categoría sub-júnior en Orlando, Estados Unidos y el año pasado fue el mejor en el torneo de Oradea, Rumania.
“Soy un hombre de fe, supe desde que comencé en esta disciplina, que con Dios se pueden cumplir las metas. Ahora llevo la bandera de Ecuador y la represento, he visitado lugares maravillosos gracias al deporte”, dijo.
Regresó a Guayaquil la semana pasada, después de conseguir su nuevo título mundial. Durante las próximas dos semanas realizará trabajos en el gimnasio para reducir las cargas de trabajo y luego iniciará su preparación para el Mundial Sénior, que se realizará en noviembre.
“Vine haciendo buenas presentaciones, los competidores mayores ya me conocen, es un reto porque empezaré a enfrentar a deportistas expertos, de mayor edad y recorrido”, dijo.
El guayaquileño espera que el Ministerio del Deporte lo ayude con el financiamiento de su preparación y viaje a Dinamarca, donde se realizará la competencia.
De cobrador a pesista
Villón es el segundo de cuatro hermanos y cuenta que desde niño tuvo que ayudar a su mamá con los gastos del hogar. Se las arreglaba para conseguir dinero, como cobrador en las líneas de buses urbanos.
“En ese tiempo podía trabajar como cobrador en los buses, me las rebuscaba. También vendía dulces”, contó el deportista de 23 años. No se avergüenza de sus inicios, dice que estas actividades le ayudaron a forjar su carácter.
Desde los 14 años empezó a asistir a gimnasios, donde fue reclutado por Jorge Arce, quien lo condujo por el camino de las pesas.
Cuenta que nunca tuvo dudas respecto de la disciplina, aunque representaba un reto -por el tiempo y dedicación que debía tener- se propuso conseguir triunfos internacionales desde que tocó las pesas por primera vez.
“Este es un deporte poco conocido, antes de mí hubo muchos ecuatorianos que fueron dejando en alto al país en competencias internacionales. Afuera conocen nuestra bandera en esta disciplina, yo tomé la posta con mucha responsabilidad y cariño”, dijo.
Además del deporte, Villón trabaja como instructor en un gimnasio, en Durán, también da atención personalizada y se desempeñó -pese a su corta edad- como expositor en universidades. Tiene conocimientos en acondicionamiento físico y biomecánica.
Actualmente estudia Economía en la Universidad de Milagro. Cuenta que suspendió sus actividades académicas en el último semestre, debido a la preparación para el Mundial de Turquía.
Hoja de vida
Biografía. Nació en Guayaquil, el 4 de marzo de 1999. Tiene 23 años cumplidos.
Experiencia. Se quedó con el primer lugar en el Mundial Sub Júnior de EE.UU., en 2017. Su primer Mundial Júnior lo ganó en Rumania en 2021, lo ratificó este año en Turquía.
Histórico. Este año participó en los World Games, en Birmingham, Estados Unidos. Fue el único juvenil clasificado y se quedó con el séptimo lugar entre los 12 competidores.
Objetivo. En noviembre tiene previsto participar en el Mundial Sénior, de Dinamarca. Su meta es finalizar entre los cinco mejores de la competencia.